FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

DE LA AUTORA

 En relación a la entrada: La Sacristía también es lugar Litúrgico.


En nuestro país Panamá, la mayoría de las iglesias que conozco tienen pequeñas Sacristías. Pero eso no quiere decir que no debamos tenerla siempre limpia, en orden, en silencio.

Bien dice este articulo que el silencio y el orden son cualidades de una buena Sacristía, ya que es lugar casi-Sagrado para permitir que el sacerdote y los ministros se dispongan a los misterios con humildad y devoción.

Que sorpresa y tristeza me lleve cuando hace tiempo atrás conversando con una señora que se había encargado de cierta sacristía por mucho tiempo, solo recordaba haberla barrido dos veces y lo mismo era el orden que imperaba en este lugar.

Con tristeza he visto que en algunas Parroquias o Capillas la sacristía se convierte en un lugar como lo describe este articulo: "Muy poco recomendable es el comportamiento de algunas personas que -en todas las parroquias- un poco antes de la Misa se dedica, en lugar de rezar, a irse a la sacristía, sentarse allí, curiosear, entablar conversación, “cotillear", y luego presumir de “católicos comprometidos” o de “amigo del cura".

La sacristía tampoco debe ser lugar para confesar pues para eso esta el confesionario, tal como lo pide y exige la Iglesia. Veo siempre los confesionarios abandonados, como si fuera un adorno del pasado, arrinconados por algún pasillo o lugar apartado junto a los reclinatorios también abandonados. Cada vez que los veo siento una gran tristeza y recuerdo que esta es una de las razones por las que Jesús y su santísima Madre lloran, y a veces lagrimas de sangre.

El confesionario nunca quedara obsoleto, tanto así que el Papa confiesa y se confiesa en un confesionario. Y como ejemplo a seguir en la Basílica de San Pedro, como en las otras basílicas patriarcales de Roma, solo se confiesa en los confesionarios. Solo hay excepciones cuando es un agonizante en su lecho, un preso en la cárcel, una persona en la calle en peligro de muerte, etc.


Cada vez que veo estos confesionarios olvidados sin uso (al igual que los reclinatorios) recuerdo muy bien que en exorcismos como los del padre Arnold Renz, los demonios han declarado que ellos están felices pues son ellos los que han logrado todo esto. Muchos sacerdotes están enterados de estas declaraciones del mismo infierno pero hacen caso omiso. De verdad pido al Señor que los perdone, los ilumine, los transforme en El.

Estos sacerdotes solitos y voluntariamente se acercan a ese perro rabioso encadenado que dice Don Bosco y que lamentablemente después suceden cosas de las cuales tristemente se enteran los fieles. Así se han perdido sacerdotes.

Muchos de ellos dicen que confiesan en la Sacristía a puerta cerrada porque la gente quiere privacidad; pues en esa privacidad se privaran del Señor pues esto indica que tienen primero respeto humano antes que respeto y temor de Dios.

Aconsejo a estos sacerdotes que nuevamente lean la vida de los sacerdotes santos y sus ejemplos y que sean sacerdotes fieles a la Santa Iglesia Católica para que ejerzan bien su ministerio y hablen con su vida del amor y fidelidad que le tienen a Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y a la Reina de los sacerdotes.

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