FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

AL NIÑO JESÚS SE LE DEBE HONRAR TODO EL AÑO Y NO SOLO EN LA NAVIDAD


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La devoción al Niño Jesús cada día va extinguiéndose más. Yo, Espíritu de Dios, os hablo. Hijos de Dios, el Redentor para llegar a ser Hombre, primero fue Niño y un Niño que fue cuidado y tenido en brazos de Su Santísima Madre y de Su santo padre José. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Pero cada vez menos honráis al Hijo de Dios bajo su aspecto de Niño y eso no debe ser así, porque a Cristo Redentor, se le debe honrar en todo Sus misterios, en Su infancia, en Su vida publica, en Su crudelísima Pasión y en Su Resurrección. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Quien honra al Redentor en Su aspecto de Niño obtendrá grandes gracias, por cuanto que amarlo y honrarlo en su Santa Infancia, es algo que agrada sobremanera a Dios Omnipotente y a la Santísima Virgen María. Por eso, Hijos de Dios, acudid a Jesús en su aspecto de Niño y enseñad a vuestros pequeños que le recen, lo besen y le canten canciones. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

En los puntos de la fe católica no se debe menospreciar ningún misterio, mucho menos suprimirlo, y al Niño Jesús se le debe honrar todo el año y no solo en la Navidad.

Quien honra al Niño Jesús honra también a la Sagrada Familia, pues San José fue su padre adoptivo y la Virgen Santísima Su Madre biológica y, quien honra al Niño Jesús los honra a Ellos porque los aceptan como Sus padres. ¿Y que padre no se alegra de que amen a su hijo? A ellos les pasa lo mismo, que quien honra a Su Divino Hijo, los honran también a Ellos. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.


FUENTE: yojesusoshablo.blogspot.com/


EL PODER DE LA ORACIÓN

Por Angel Moreno


XXIX Domingo del Tiempo Ordinario
(Éx 17, 8-13; Sal 120; 2Tim 3, 14 - 4,2; Lc 18, 1-8)

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El poder de la oración

El papa Francisco ha dirigido a las monjas de clausura un documento en el que cita precisamente el texto del libro del Éxodo que hoy se proclama, para avalar el sentido de la vida de oración y la fuerza intercesora que tiene quien se dedica de por vida a rogar por los demás.

Conocemos como texto ejemplar la descripción de la victoria que consigue el pueblo de Dios, como efecto de la oración de Moisés con sus brazos levantados en alto, suplicantes.

En el Evangelio, Jesús pone un ejemplo que le compromete, pues compara la justicia del juez inicuo con la justicia divina, y emplea este argumento tan contundente: “Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar”.

¡Cómo se agradece en momentos de necesidad que alguien te asegure que reza por ti! Y ¡cómo se acude a la intercesión de los santos, de la Virgen María, del Señor, en circunstancias dolorosas, de apuro, enfermedad o crisis!

La oración por los demás es una obra de misericordia, y cuando se hace con fe, tiene una fuerza que mueve montañas. Es un privilegio contar con la comunión de los santos, con el caudal de gracia que nos llega de manera anónima, por la oración de muchos que de forma gratuita y permanente rezan por todos.

Hay una expresión de Jesús en el Evangelio que nos interpela: “Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”

En un mundo pragmático, cientifista, positivista, que valora lo visible y demostrable, cabe que la propuesta de la eficacia de la oración se vea erosionada por la falta de fe en ella.

Hoy se nos interpela sobre nuestra vida teologal, sobre nuestra relación con Dios. No solo por la eficacia de la oración, sino porque de ella depende la vitalidad de la fe. Si no hay fe en la oración, tampoco hay fe en Dios. La oración es la respiración de la fe. Si no hay relación con Dios, es difícil demostrar que en verdad se cree en Él.

Jesús pronuncia verdaderos axiomas sobre la oración, y uno de ellos lo escuchamos este domingo, pues la razón de la parábola es la recomendación principal: “Orar siempre sin desanimarse”.


FUENTE: www.ciudadredonda.org/

CONSECUENCIAS DE COMULGAR EN LA MANO


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* Juan Pablo II:”No puedo estar a favor de la Comunión en la mano y tampoco la puedo recomendar”"El sacerdote tiene una responsabilidad primordial como “siervo de la Santa Eucaristía y de todas las ...Formas Santas”, primordial porque es completa. El tocar las Creaciones Santas es un privilegio de los ordenados”(Dominicae Cenae II)

*«La comunión en la mano la introdujo la jerarquía modernista sin autorización de la Santa Sede (cardenal Suenens en Holanda etc). Pablo VI se opuso tenazmente a permitirla pero decidió otorgar un indulto sólo donde el uso estaba ya arraigado para evitar una desobediencia generalizada”

*Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo argentino afirma: «Conozco la historia de la comunión en la mano, fue reintroducida clandestinamente, difundida en base a equívocos, y confirmada por medio de desobediencias inquebrantables… (al Santo Padre), imponiendo a lo largo de veintisiete años un uso al que el Papa no quería autorizar por considerarlo peligroso para el bien de la Iglesia, hasta que lograron finalmente que se extendiera por casi todo el mundo.»

*Jesús a Catalina Rivas, (vidente estigmatizada. Nihil obstat por Mons. R. Fernández, Arzobispo boliviano).: “No son ni 10 ni 20 los verdugos que destrozan Mi Cuerpo, son muchísimas las manos que lastiman Mi Cuerpo recibiendo la Comunión en la mano, -el trabajosacrílego de satanás-.”

* Jesús a Giuliana Crescio, diciembre de 1989: No deseo ser tomado en vuestras manos. ¡No deseo ser tomado en vuestras manos! Yo el pan vivo, la sangre viva, aquella sangre derramada por vosotros, yo soy pan, pero para vuestra alma. A los apóstoles les di el pan ¡vosotros no sois sacerdotes, no podéis tocarme!

* Algunas almas del Purgatorio le dicen a María Simma (vidente de las ánimas) que el pecado por el cual tienen que sufrir más, es por haber comulgado en la mano. María explica: en condiciones normales, sólo las manos consagradas de los sacerdotes pueden distribuir la Comunión. Salvo en “circunstancias extraordinarias”.”Extraordinarias” no se refiere a la diferencia entre que los fieles deban esperar dos minutos en lugar de diez para recibir la Comunión. (Hoy laicos o sacerdotes tienen prisa para todo) Un día una mujer que repartía la Comunión instaba a otras mujeres a que obraran igual, falleció. Antes del funeral, el ataúd estaba abierto para que se despidieran la familia y los amigos. Después se cerró. Pero un pariente cercano llegó tarde y le pidió al sacerdote que lo abrierapara poder despedirse de la difunta. El sacerdotelevantó la tapa y miró adentro. Varios vieron que las manos de la mujer se habían vuelto de color negro. Este signo, para mí, como para el resto, fue la confirmación de Dios de que las manos no consagradas no pueden distribuir a Jesús durante la Comunión“.

María Simma liberó a, 40 o 50 sacerdotes u obispos del Purgatorio, la mayoría por promover la Comunión en la mano u otras irreverencias. Ella llama a la Comunión en la mano “la obra del diablo.”.Muchos están por faltas de obediencia al Santo Padre, faltas de amor hacia la Santa Misa, faltas de amor a la oración y el ayuno, no haber leído el breviario, y repito, por la Comunión en la mano…” . Las almas del Purgatorio me han dicho que ningún Papa hasta hoy ha apoyado la Comunión en la mano, rito que fue fomentado por un grupo de cardenales y obispos. Todos los Papas, sabían muy bien que la Comunión en la mano estaba en contra de la veneración del más Sagrado de los Sagrados .”… Conozco a una mujer muy buena que dudaba sobre esto y simplemente le pidió al mismo Jesús que le enviara una señal clara para poder aclararse. ¡Jesús así lo hizo! La próxima vez que fue a recibir la Comunión el sacerdote, puso la Eucaristía en la palma de su mano. Tan pronto como la puso allí, la Hostia se elevó de su mano, subió y desapareció en el aire. Este pequeño milagro también fue presenciado por varios testigos…”

*Del libro Dadme de beber, 2008: Dice Jesús: “Todo esta habilitado para la profanación y el sacrilegio, y a Mis ministros no les importa, ellos viven cómodos así. Los laicos dan la Comunión y llegará un día en que el Santo Sacrificio de la Cruz también lo degraden de tal forma que Me impidan bajar a la Hostia

*Anneliese Michel, † 1976 (Incorrupta)

Cuando esta chica de 16 años de una piadosa familia alemana, fue epentinamente afligida por una posesión demoniaca, el demonio (durante un exorcismo ordenado por el obispo local) fue obligado a decir lo siguiente: “La cosa (Hostia Consagrada) no se debe colocar en las manos. Los sacerdotes deben tener valor. Los laicos no deben distribuirla.
Durante la distribución de esa cosa (Santa Comunión) deben arrodillarse. Por mandato de aquella (señalando una estàtua de la Virgen que estaba cerca) la Comunión en la mano debe abolirse porque es obra mía. El obispo debe prohibir la Comunión en la mano, si lo puede lograr”.


*Se puede citar lo siguiente de un PlanMasónico del año 1925:

“¿Cómo se puede lograr que los fieles ya no crean en la presencia real de Jesús en la Eucaristía?… Primeramente hay que hacer que la gente en todas partes reciba la Comunión de pie y después colocar la Hostia en sus manos. Preparados de esta manera llegarán a ver a la Hostia como un símbolo de convivencia fraterna”.

*Indirectamente, la Comunión en la mano ha contribuido también a que los Sagrarios ya no se encuentren en el centro de las iglesias sino en un área lateral, o en otra sala. Esto ha llevado a que ya no haya reclinatorios en muchos templos de Occidente.

*Cuando se oye el argumento “La Iglesia lo ha permitido”, recuerde que ustedes son la Iglesia y no las burocracias, desobedientes y traidoras que se encuentran en algún lugar lejano e inaccesible. La Iglesia no lo ha permitido sino lo ha tolerado bajo presión solamente.

*La Conferencia Episcopal de las IslasFilipinas ha regresado a la práctica de la Comunión en la lengua, debido al aumento desacrilegios que habían ocurrido por la Comunión en la mano.

*Santa Brígida de Suecia, † 1373

“Mira, hija Mía, les dejé a Mis sacerdotes cinco dones… y el quinto, el privilegio de tocar Mí Carne Santísima con sus manos.”

*Mártir y Santo Cardenal John Fisher, † 1535

“Los tiempos de florecimiento o colapso dentro de la historia de la Iglesia siempre fueron asociados con el manejo de la Santa Eucaristía.”

*Mensaje de Jesucristo a Catalina Rivas sobre la Comunión en la BOCA

1.- A quienes NO reciban en su MANO Mi Propio Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, Yo Prometo colmarles de Mis Bendiciones en sus manos, corazón, alma y en todo su ser.

2.- Les prometo muchísimas más gracias en la vida terrena, y las consiguientes mayores garantías de salvación y aumento de Gloria esencial y accidental, por todo su vivir eterno Conmigo en el Cielo.

3.- Me sentirán en la Comunión tan en todo su ser y con tantísima plenitud, que se les quite el deseo natural de tocarme. Estos, harán siempre mucho mayor bien a las almas; en cambio, los que insistan en tomarme, en la mano, estarán endurecidos en muchas cosas hacia Mi Voluntad, y oscurecidos sobre Mi Propio gusto, Mi Propia Predicación y Mi Propio Magisterio


EL MAYOR EJEMPLO LO DAN ESTOS DOS GRANDES SANTOS, JUAN PABLO II Y EL SANTO PADRE PÍO, ¿ALGUNA DUDA?


FUENTE: yotudiostellama.blogspot.com/


MENSAJES DE MEDJUGORJE - 2 de Diciembre de 2016


Mensajes de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorje

Al inicio Nuestra Señora regularmente da sus mensajes sólo a los videntes, y a través de ellos a todos los fieles. A partir del 1 de marzo de 1984, Nuestra Señora comienza a entregar regularmente sus mensajes todos los jueves a la comunidad de parroquial de Medjugorje, y a través de ella, al resto del mundo. Puesto que algunas cosas que el Señor había deseado se cumplieron, como lo afirmó Nuestra Señora , a partir del 25 de enero de 1987, Nuestra Señora da sus mensajes a todo el mundo los 25 de cada mes Esto aún continúa.


Mirjana Dragicevic-Soldo, Ivanka Ivankovic-Elez y Jakov Colo tuvieron apariciones diarias hasta 1982, 1985, y 1998 respectivamente. Desde entonces, la Virgen se les aparece una vez al año y les da un mensaje. Debido a que el trabajo sobre los archivos está aún en curso, no estamos en condiciones de publicar los mensajes otorgados antes de 1995.


(http://www.medjugorje.ws)


Mensaje 2 de diciembre de 2016  - Aparición a Mirjana

Queridos hijos, mi Corazón materno llora mientras miro lo que hacen mis hijos. Los pecados se multiplican, la pureza del alma es cada vez menos importante, se olvida a mi Hijo, y se adora siempre menos y mis hijos son perseguidos. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, con el alma y con el corazón, invocad el Nombre de mi Hijo; Él tendrá palabras de luz para vosotros. Él se manifiesta a vosotros, parte el Pan con vosotros y os da palabras de amor para que las transforméis en obras de misericordia y, de este modo, lleguéis a ser testigos de la verdad. Por eso, hijos míos, no tengáis miedo. Permitid que mi Hijo esté en vosotros; Él se servirá de vosotros para atender a aquellos que están heridos y para convertir a las almas perdidas. Por eso, hijos míos, regresad a la oración del Rosario. Rezadlo con sentimientos de bondad, de sacrificio y de misericordia. Orad no solo con las palabras, sino también con obras de misericordia; orad con amor hacia todas las personas. Mi Hijo, con su Sacrificio, ha enaltecido el amor; por eso, vivid con Él para tener fuerza y esperanza, para tener el amor que es vida y que conduce a la vida eterna. Por ese amor de Dios también yo estoy con vosotros y os seguiré guiando con amor materno. Os doy las gracias. ”


INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA -



SOLEMNIDAD 8 DE DICIEMBRE 





"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX )


La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción.

Como demostraremos, esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado por elPapa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.



"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."
(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)



La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.

Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.

La Encíclica "Fulgens corona", publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre»


Fundamento Bíblico

La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.

El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.

En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.

El Apocalipsis narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.


Los Padres de la Iglesia y la Inmaculada

Los Padres se referían a la Virgen María como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22), pues ella desató el nudo causado por la primera Eva.

Justín (Dialog. cum Tryphone, 100),
Ireneo (Contra Haereses, III, xxii, 4),
Tertuliano (De carne Christi, xvii),Julius Firm cus Maternus (De errore profan. relig xxvi),
Cyrilo of Jerusalem (Catecheses, xii, 29),
Epiphanius (Hæres., lxxviii, 18),
Theodotus of Ancyra (Or. in S. Deip n. 11), and
Sedulius (Carmen paschale, II, 28).

También se refieren a la Virgen Santísima como la absolutamente pura San Agustín y otros. La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la "toda santa"



En el siglo IX se introdujo en Occidente la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglaterra.

Hacia el año 1128, un monje de Canterbury llamado Eadmero escribe el primer tratado sobre la Inmaculada Concepción donde rechaza la objeción de San Agustín contra el privilegio de la Inmaculada Concepción, fundada en la doctrina de la transmisión del pecado original en la generación humana.

La castaña, escribe Eadmero, «es concebida, alimentada y formada bajo las espinas, pero que a pesar de eso queda al resguardo de sus pinchazos». Incluso bajo las espinas de una generación que de por sí debería transmitir el pecado original, María permaneció libre de toda mancha, por voluntad explícita de Dios que «lo pudo, evidentemente, y lo quiso. Así pues, si lo quiso, lo hizo».

Los grandes teólogos del siglo XIII presentaban las mismas dificultades de San Agustín: la redención obrada por Cristo no sería universal si la condición de pecado no fuese común a todos los seres humanos. Si María no hubiera contraído la culpa original, no hubiera podido ser rescatada. En efecto, la redención consiste en librar a quien se encuentra en estado de pecado. 

El franciscano Juan Duns Escoto, al principio del siglo XIV, inspirado en algunos teólogos del siglo XII y por el mismo San Francisco (siglo XIII, devoto de la Inmaculada), brindó la clave para superar las objeciones contra la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. El sostuvo que Cristo, el mediador perfecto, realizó precisamente en María el acto de mediación más excelso: Cristo la redimió preservándola del pecado original. Se trata una redención aún más admirable: No por liberación del pecado, sino por preservación del pecado. 

Escoto preparó el camino para la definición dogmática. Dicen que su inspiración le vino al pasar por frente de una estatua de la Virgen y decirle: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).

1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? - Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.

2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original? -
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.

3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.

Entonces Scotto exclamó: Luego
1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha
3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.


Méritos: María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios.

Razón: La maternidad divina. Dios quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara.


Frutos:
1-María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.

2-María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido. 

El dogma de la Inmaculada Concepción de María no ofusca, sino que más bien pone mejor de relieve los efectos de la gracia redentora de Cristo en la naturaleza humana. Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfectamente santa desde su concepción. Ella desde el principio recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pecado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.

En torno a las ideas de Escoto se suscitó una gran controversia. Después de que el Papa Sixto IV aprobara, en 1477, la misa de la Concepción, esa doctrina fue cada vez más aceptada en las escuelas teológicas. 

El Papa Sixto IV, en 1483, casi 4 siglos antes del dogma, había extendido la fiesta de la Concepción Inmaculada de María a toda la Iglesia de Occidente.

Fue valioso también el aporte del mundo universitario. Las universidades de París, Maguncia y Colonia y, en España, la de Valencia (1530), Granada, Alcalá (1617), Salamanca (1618) y otras proclamaron a María Inmaculada como Patrona. Sus doctores, al recibir el grado, hacían voto y juramento de enseñar y defender la doctrina de la Inmaculada Concepción de María.

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un llamado para nosotros:
1-Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
2-Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo.

"Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad" Juan Pablo II, 5-XII-2003.


Respuesta a los argumentos contra la Inmaculada Concepción de María.

1- Argumento: La Inmaculada Concepción contradice la enseñanza de San Pablo: "todos han pecado y están lejos de la presencia salvadora de Dios" (Romanos 3:23). 

Respuesta católica: Si fuéramos a tomar las palabras de San Pablo "todos han pecado" en un sentido literal absoluto, Jesús también quedaría incluido entre los pecadores. Sabemos que esta no es la intención de S. Pablo ya que después menciona que Jesús "no conoció pecado" (2Cor 5,21; Cf. Hebreos 4:15; 1 Pedro 2:22). 

El dogma de la Inmaculada Concepción de María no contradice la enseñanza Paulina en Rm 3:23 sobre la realidad pecadora de la humanidad en general, la cual estaba encerrada en el pecado y lejos de Dios hasta la venida del Salvador. San Pablo enseña que Cristo nos libera del pecado y nos une a Dios (Cf. Efesios 2:5). Esta es la enseñanza del Catecismo de la Iglesia católica, el pecado original «afecta a la naturaleza humana», que se encuentra así «en un estado caído». Por eso, el pecado se transmite «por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales». Pero Jesús tiene la potestad para preservar a su Madre del pecado aplicando a ella los méritos de su redención.

San Pablo declara que, como consecuencia de la culpa de Adán, «todos pecaron» y que «el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación» (Rom 5,12.18). El paralelismo entre Adán y Cristo se completa con el de Eva y María: La mujer tuvo un papel importante en la caída y lo tiene también en la redención. 

San Ireneo, Padre de la Iglesia del siglo II, presenta a María como la nueva Eva que, con su fe y su obediencia, contrapesa la incredulidad y la desobediencia de Eva. Ese papel en la economía de la salvación exige la ausencia de pecado. Era conveniente que, al igual que Cristo, nuevo Adán, también María, nueva Eva, no conociera el pecado y fuera así más apta para cooperar en la redención.

El pecado que mancha a toda la humanidad no puede entrar en el Redentor y su colaboradora. Con una diferencia sustancial: Cristo es totalmente santo en virtud de la gracia que en su humanidad brota de la persona divina; y María es totalmente santa en virtud de la gracia recibida por los méritos del Salvador. Entonces, lo que Pablo declara en forma general para toda la humanidad no incluye a Jesús y a María.

2- Argumento: Según algunos, María reconoce que ella era pecadora y que necesitó ser rescatada por la gracia de Dios (Lucas 1: 28, 47).
Respuesta católica: Que María se declarara pecadora es falso. Que ella se declarara salvada por Dios es cierto. En Lc 1:48 ella reconoce que fue salvada. ¿De qué? Del dominio del pecado, por gracia de Dios. Pero para eso no tuvo que llegar a pecar. Dios la salvó preservándola del pecado.

El dogma de la Inmaculada Concepción de María no niega que ella fue salvada por Jesús. En María las gracias de Cristo se aplicaron ya desde el momento de su concepción. El hecho de que Jesús no hubiese aún nacido no presenta obstáculo pues las gracias de Jesús no tienen barreras de tiempo y se aplicaron anticipadamente en su Madre. Para Dios nada es imposible. 

¿Cómo sabemos que La Virgen María fue concebida sin pecado? La fe católica reconoce que la revelación Bíblica necesita ser interpretada a la luz de la Tradición recibida de los Apóstoles y según el desarrollo dogmático que, por el Espíritu Santo, ha ocurrido en la Iglesia. De esta manera lo que esta ya en la Biblia en forma de semilla se llega a entender cada vez mejor. 


Juan Pablo II sobre La Inmaculada Concepción

1. En la reflexión doctrinal de la Iglesia de oriente, la expresión llena de gracia, como hemos visto en las anteriores catequesis, fue interpretada, ya desde el siglo VI, en el sentido de una santidad singular que reina en María durante toda su existencia. Ella inaugura así la nueva creación.

Además del relato lucano de la Anunciación, la Tradición y el Magisterio han considerado el así llamado Protoevangelio (Gn 3, 15) como una fuente escriturística de la verdad de la Inmaculada Concepción de María. Ese texto, a partir de la antigua versión latina: «Ella te aplastara la cabeza», ha inspirado muchas representaciones de la Inmaculada que aplasta la serpiente bajo sus pies.

Ya hemos recordado con anterioridad que esta traducción no corresponde al texto hebraico, en el que quien pisa la cabeza de la serpiente no es la mujer, sino su linaje, su descendiente. Ese texto por consiguiente, no atribuye a María sino a su Hijo la victoria sobre Satanás. Sin embargo, dado que la concepción bíblica establece una profunda solidaridad entre el progenitor y la descendencia, es coherente con el sentido original del pasaje la representación de la Inmaculada que aplasta a la serpiente, no por virtud propia sino de la gracia del Hijo.

2. En el mismo texto bíblico, además se proclama la enemistad entre la mujer y su linaje, por una parte, y la serpiente y su descendencia, por otra. Se trata de una hostilidad expresamente establecida por Dios, que cobra un relieve singular si consideramos la cuestión de la santidad personal de la Virgen. Para ser la enemiga irreconciliable de la serpiente y de su linaje, María debía estar exenta de todo dominio del pecado. Y esto desde el primer momento de su existencia. 

A este respecto, la encíclica Fulgens corona, publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya –al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera– la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre» (MS 45 [1953], 579).

La absoluta enemistad puesta por Dios entre la mujer y el demonio exige, por tanto, en María la Inmaculada Concepción, es decir, una ausencia total de pecado, ya desde el inicio de su vida. El Hijo de María obtuvo la victoria definitiva sobre Satanás e hizo beneficiaria anticipadamente a su Madre, preservándola del pecado. Como consecuencia, el Hijo le concedió el poder de resistir al demonio, realizando así en el misterio de la Inmaculada Concepción el más notable efecto de su obra redentora.

3. El apelativo llena de gracia y el Protoevangelio, al atraer nuestra atención hacia la santidad especial de María y hacia el hecho de que fue completamente librada del influjo de Satanás, nos hacen intuir en el privilegio único concedido a María por el Señor el inicio de un nuevo orden, que es fruto de la amistad con Dios y que implica, en consecuencia, una enemistad profunda entre la serpiente y los hombres.

Como testimonio bíblico en favor de la Inmaculada Concepción de María, se suele citar también el capitulo 12 del Apocalipsis, en el que se habla de la «mujer vestida de sol» (Ap 12, 1). La exégesis actual concuerda en ver en esa mujer a la comunidad del pueblo de Dios, que da a luz con dolor al Mesías resucitado. Pero, además de la interpretación colectiva, el texto sugiere también una individual cuando afirma: «La mujer dio a luz un hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro» (Ap 12, 5). Así, haciendo referencia al parto, se admite cierta identificación de la mujer vestida de sol con María, la mujer que dio a luz al Mesías. La mujer­comunidad está descrita con los rasgos de la mujer­Madre de Jesús.

Caracterizada por su maternidad, la mujer «está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz» (Ap 12, 2). Esta observación remite a la Madre de Jesús al pie de la cruz (cf. Jn 19, 25), donde participa, con el alma traspasada por la espada (cf. Lc 2, 35), en los dolores del parto de la comunidad de los discípulos. A pesar de sus sufrimientos, está vestida de sol, es decir, lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo. 

Estas imágenes, aunque no indican directamente el privilegio de la Inmaculada Concepción, pueden interpretarse como expresión de la solicitud amorosa del Padre que llena a María con la gracia de Cristo y el esplendor del Espíritu. 

Por ultimo, el Apocalipsis invita a reconocer mas particularmente la dimensión eclesial de la personalidad de María: la mujer vestida de sol representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la santísima Virgen, en virtud de una gracia singular.

4. A esas afirmaciones escriturísticas, en las que se basan la Tradición y el Magisterio para fundamentar la doctrina de la Inmaculada Concepción, parecerían oponerse los textos bíblicos que afirman la universalidad del pecado.

El Antiguo Testamento habla de un contagio del pecado que afecta a «todo nacido de mujer» (Sal 50, 7; Jb 14, 2). En el Nuevo Testamento, san Pablo declara que, como consecuencia de la culpa de Adán, «todos pecaron» y que «el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación» (Rm 5, 12. 18). Por consiguiente, como recuerda el Catecismo de la Iglesia católica, el pecado original «afecta a la naturaleza humana», que se encuentra así «en un estado caído». Por eso, el pecado se transmite «por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales» (n. 404). San Pablo admite una excepción de esa ley universal: Cristo, que «no conoció pecado» (2 Co 5, 21) y así pudo hacer que sobreabundara la gracia «donde abundo el pecado» (Rm 5, 20).

Estas afirmaciones no llevan necesariamente a concluir que María forma parte de la humanidad pecadora. El paralelismo que san Pablo establece entre Adán y Cristo se completa con el que establece entre Eva y María: el papel de la mujer, notable en el drama del pecado, lo es también en la redención de la humanidad.

San Ireneo presenta a María como la nueva Eva que, con su fe y su obediencia, contrapesa la incredulidad y la desobediencia de Eva. Ese papel en la economía de la salvación exige la ausencia de pecado. Era conveniente que, al igual que Cristo, nuevo Adán, también María, nueva Eva, no conociera el pecado y fuera así más apta para cooperar en la redención.

El pecado, que como torrente arrastra a la humanidad, se detiene ante el Redentor y su fiel colaboradora. Con una diferencia sustancial: Cristo es totalmente santo en virtud de la gracia que en su humanidad brota de la persona divina; y María es totalmente santa en virtud de la gracia recibida por los méritos del Salvador.


Llena de Gracia, el nombre mas bello de María. 
Benedicto XVI, 2006


Queridos hermanos y hermanas: 

Celebramos hoy una de las fiestas de la bienaventurada Virgen más bellas y populares: la Inmaculada Concepción. María no sólo no cometió pecado alguno, sino que quedó preservada incluso de esa común herencia del género humano que es la culpa original, a causa de la misión a la que Dios la había destinado desde siempre: ser la Madre del Redentor. 

Todo esto queda contenido en la verdad de fe de la Inmaculada Concepción. El fundamento bíblico de este dogma se encuentra en las palabras que el Ángel dirigió a la muchacha de Nazaret: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lucas 1, 28). «Llena de gracia», en el original griego «kecharitoméne», es el nombre más bello de María, nombre que le dio el mismo Dios para indicar que desde siempre y para siempre es la amada, la elegida, la escogida para acoger el don más precioso, Jesús, «el amor encarnado de Dios» (encíclica «Deus caritas est», 12). 

Podemos preguntarnos: ¿por qué entre todas las mujeres, Dios ha escogido precisamente a María de Nazaret? La respuesta se esconde en el misterio insondable de la divina voluntad. Sin embargo, hay un motivo que el Evangelio destaca: su humildad. Lo subraya Dante Alighieri en el último canto del «Paraíso»: «Virgen Madre, hija de tu hijo, humilde y alta más que otra criatura, término fijo del consejo eterno» (Paraíso XXXIII, 1-3). La Virgen misma en el «Magnificat», su cántico de alabanza, dice esto: «Engrandece mi alma al Señor… porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava» (Lucas 1, 46.48). Sí, Dios se sintió prendado por la humildad de María, que encontró gracia a sus ojos (Cf. Lucas 1, 30). Se convirtió, de este modo, en la Madre de Dios, imagen y modelo de la Iglesia, elegida entre los pueblos para recibir la bendición del Señor y difundirla entre toda la familia humana. 

Esta «bendición» es el mismo Jesucristo. Él es la fuente de la «gracia», de la que María quedó llena desde el primer instante de su existencia. Acogió con fe a Jesús y con amor lo entregó al mundo. Ésta es también nuestra vocación y nuestra misión, la vocación y la misión de la Iglesia: acoger a Cristo en nuestra vida y entregarlo al mundo «para que el mundo se salve por él» (Juan 3, 17). 

Queridos hermanos y hermanas: la fiesta de la Inmaculada ilumina como un faro el período de Adviento, que es un tiempo de vigilante y confiada espera del Salvador. Mientras salimos al encuentro de Dios, que viene, miremos a María que «brilla como signo de esperanza segura y de consuelo para el pueblo de Dios en camino» («Lumen gentium», 68). Con esta conciencia os invito a uniros a mí cuando, en la tarde, renueve en la plaza de España el tradicional homenaje a esta dulce Madre por la gracia y de la gracia. A ella nos dirigimos ahora con la oración que recuerda el anuncio del ángel. 



ORACIONES

Oración a la Inmaculada Virgen María
Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa e
Inmaculada Concepción pura y sin mancha.
¡Oh Purísima Virgen!,
por vuestra pureza virginal,
vuestra Inmaculada Concepción y
vuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios,
alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad,
la caridad, una gran pureza de corazón,
de cuerpo y de espíritu,
una santa perseverancia en el bien,
el don de oración,
una buena vida y una santa muerte.
Amén"



NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 

Comienza el 30 de Noviembre para preparar la fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de Diciembre).
Oraciones para todos los días de la novena:
          Señal de la cruz

Canto

Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante vuestra divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.


Oración preparatoria

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que, por la gracia de Dios, has sido elegida para ser madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya sido desamparado.

No me dejéis pues a mí tampoco, porque si no, me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a Vos, antes bien cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud, y la tercera, una buena muerte. Además dadme la gracia particular que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestra y bien de mi alma.


[Oración particular del día (ver abajo)]

Oración final
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena.

Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea,
Pues todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María,
Te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, madre mía!


Cantos


DÍA PRIMERO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María del pecado original en su Inmaculada Concepción y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así Te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en Ti, Padrenuestro Santísimo.


DÍA SEGUNDO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes, por medio de una buena confesión.


DÍA TERCERO
Oración particular


¡Oh santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas, para ser dignos de Ti, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y de procurar y obtener cada día más pureza y delicadez de conciencia.


DÍA CUARTO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como libraste a María del pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que Te podamos servir con verdadera libertad de espíritu y sin imperfección ninguna.


DÍA QUINTO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante de su Concepción diste a María mas gracia que a todos los Santos y Angeles del cielo, así Te rogamos humildemente por intercesión de tu Madre Inmaculada nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que Tú nos adquiriste con tu sangre y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus santos sacramentos, especialmente el de la comunión.


DÍA SEXTO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.


DÍA SEPTIMO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximia, por la cual es llamada Virgen de las Vírgenes, así Te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que no se puede conservar sin tu gracia, pero que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.


DÍA OCTAVO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a Ti, oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro Padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado.


DÍA NOVENO
Oración particular


¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de Ti, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo para siempre gozar en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.


LETANÍA A LA VIRGEN

Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escuchadnos, Cristo, escuchadnos,
Dios, Padre celestial. Tened piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo. Tened piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo. Tened piedad de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios. Tened piedad de nosotros.


A las siguientes contestamos: “Ora pro nobis” o “Ruega por nosotros”

Santa María,
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Divina Gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre y virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de exaltación,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del Cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los Cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina, concebida sin pecado original,
Reina, asunta a los Cielos,
Reina del santísimo Rosario,
Reina de la Paz,

Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Perdonadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Escuchadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo. Tened piedad de nosotros.

V. Rogad por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.


ORACIÓN

Os rogamos, Señor Dios, que nos concedáis a vuestros siervos gozar de continua salud de alma y cuerpo; y que por la intercesión de la siempre Virgen Santa María, seamos libres de las tristezas de esta vida y gocemos de las eternas alegrías del cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

12 COSAS IMPORTANTES QUE DEBES SABER SOBRE EL ADVIENTO


La mayoría de nosotros tenemos una comprensión intuitiva de Adviento.
Sobre base en la experiencia y de las homilías.

Pero ¿qué otras cosas hay que no se dicen habitualmente? 

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Estas son algunas de las preguntas básicas y respuestas acerca de Adviento.
¡Algunas de las respuestas son sorprendentes!


1 – ¿QUÉ ES EL ADVIENTO?

La palabra adviento proviene del latín adventus, que significa: llegada.

Adviento es el tiempo litúrgico de la Iglesia con una doble finalidad:
a) Preparación a la segunda venida del Señor, revelando su verdadera identidad: Hijo de Dios.
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b) Preparación a la navidad que, junto con la epifanía, celebra la encarnación y manifestación del Señor en la historia humana, haciéndola historia de salvación.

La Iglesia, al celebrar el Adviento unido a la Navidad, es consciente de cumplir a la vez la espera del antiguo Israel en la expectativa mesiánica y su propia espera de la consumación de la filiación divina comunicada por Cristo en su venida histórica (Rm 8,19; 1 Jn 3,2).

Con el Adviento se inicia el año litúrgico.


2 – ¿CUÁNDO COMIENZA Y CONCLUYE EL ADVIENTO?

El adviento comienza con las primeras vísperas (oración del atardecer) del domingo 30 de noviembre o el más próximo a ese día.

Concluye antes de las primeras vísperas de navidad.

Se celebra con cuatro domingos.


3 – ¿CUÁNTAS PARTES TIENE LA LITURGIA DEL ADVIENTO?

Tiene dos partes, en las que se presenta como el tiempo de la esperanza gozosa ante el Señor Jesús que llega.

La primera parte de la liturgia del adviento alcanza hasta el 16 de diciembre.
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Sus miras están puestas en la segunda venida del Señor al final de los tiempos (la parusía).
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Es el adviento escatológico.

La segunda parte, a partir del día 17 de diciembre hasta el 24, tiene como finalidad prepararnos para la primera venida del Señor Jesús (la navidad).
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Es el adviento natalicio.


4 – ¿QUIÉNES SON LOS PERSONAJES MÁS DESTACABLES EN LA LITURGIA DEL ADVIENTO?

En este tiempo litúrgico destacan de modo característico tres figuras bíblicas:
• El profeta Isaías
• Juan Bautista, el precursor
• La santísima Virgen María


5- ¿CUÁL ES EL GRAN GRITO DEL ADVIENTO?

Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto.

Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas (Mt 1, 2-3). Así gritaba Juan el Bautista.
Este es el gran grito de adviento: preparen el camino a nuestro Dios, que viene a nosotros.

Si alguien está en tinieblas y en sombras de muerte como hijo pródigo, si alguien perdió la amistad con Dios, si alguien se salió del camino de la salvación, ahora es el tiempo de volver a Dios, preparando un lugar bien dispuesto y ordenado dentro de sí.

Es el tiempo de dejar a Dios entrar y habitar en nuestros corazones y mentes.

Es el tiempo para escuchar su voz; orar y vivir en verdad y justicia.

Es el tiempo de dar hospitalidad a Dios que ha de guiar y salvar nuestra vida.


6 – ¿POR QUÉ SE COLOCA EL NACIMIENTO (PESEBRE)?

El origen de esta buena costumbre cristiana de representar el nacimiento de Cristo es antiquísima, tanto en iconos, retablos, etc.
Su finalidad es servir para la catequesis y, sobre todo, para contemplar el gran misterio del amor de Dios que se encarnó para nuestra salvación.

Al parecer, el primero en recrear un nacimiento vivo fue San Francisco de Asís (1181-1226). Y sucedió así.

Dos semanas antes de la navidad de 1223, llamó Francisco a su amigo Juan Velita, señor de Greccio.

Este hombre, que había renunciado al ejercicio de las armas, poseía una alta montaña tajada, agujerada de grutas y coronada por un bosquecillo.

Al bienaventurado Francisco le pareció el lugar muy adecuado para la escenificación que meditaba.

Siendo esto una novedad, antes sometió su proyecto al juicio del papa Honorio III (1216-1227), quien gustosamente se lo aprobó.

Francisco expresó a Juan Velita:

Desearía celebrar contigo la próxima fiesta del Salvador y conmemorar su nacimiento en Belén de manera que se me presentaran en vivo los dolores y molestias que desde la infancia sufrió para salvarnos.

Por lo cual querría que en aquel lugar de la montaña acomodaras un pesebre de veras, con heno y que trajeras un asno y un buey como aquellos que acompañaron al niño Jesús.

Los lugareños con antorchas acudieron de todas partes.

Francisco, diácono, en la eucaristía proclamó el evangelio y luego predicó al pueblo sobre el gran misterio de la encarnación.

¡Fue una noche inolvidable!
Dicho sea de paso, que tanto el Pesebre como el Árbol de Navidad se arman el 8 de diciembre, la Fiesta de la Inmaculada Concepción.


7 – ¿QUÉ SIMBOLIZA EL ÁRBOL DE NAVIDAD?

El árbol de navidad aparece en el siglo XVI, en Alemania.
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Pero tiene sus antecedentes en las representaciones religiosas de la Edad Media, especialmente sobre el paraíso, con el árbol del bien y del mal.
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Tras las representaciones, estos árboles eran llevados a las casas.

El árbol verde de navidad evoca, pues, el árbol del paraíso. Entonces, Dios otorgó la vida a Adán y Eva.

Ahora, es el nacimiento del segundo Adán, Jesucristo, simbolizado con el árbol de la autentica vida.

La estrella de Belén corona este árbol. Las luces evocan a Cristo, desde su nacimiento, irradia su luz para todos los hombres.

En el siglo XV nació la costumbre de añadir pequeñas obleas como alusión a la Eucaristía.

Colocar regalos en las ramas del árbol, o a sus pies, representa los dones, frutos y gracias de salvación que nos trae el redentor.

El árbol de navidad evoca el árbol de la cruz donde se consumió nuestra salvación.

También hace alusión al árbol de la vida eterna, según el Apocalipsis: Dichosos los que laven sus vestiduras, así podrán disponer del árbol de la vida (22,14).



8 – ¿QUÉ ES LA CORONA DE ADVIENTO?

Más que un motivo litúrgico es un elemento pedagógico.

Se trata de un soporte redondo o lineal, revestido de ramas vegetales verdes, sobre el que se colocan cuatro velas.

El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón.

Las velas de la corona se van encendiendo gradualmente en las cuatro semanas de adviento.

En Navidad se suele añadir una quinta vela más grande y de color blanco hasta el final de este tiempo litúrgico.
¿Cuál es el mensaje cristiano de la corona de adviento? Lo encontramos en sus símbolos:
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– La luz de las velas: nos llega el Salvador, luz de los pueblos.
– El verde de las ramas: la vida y la esperanza que nos trae el Señor.
– La forma redonda: la corona del Señor, rey que viene.

¿Se puede tener la corona de adviento en casa?. Sería muy bueno tenerla en casa.

Así la fe en la espera de Cristo, como nuestra luz y nuestra vida, afianzará nuestros lazos de familia y nos hará sentir más Iglesia doméstica.



9 – ¿QUÉ SON LAS POSADAS?

Es la escenificación del peregrinar de José y María embarazada, pidiendo posada en Belén.
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Es una alta expresión de la actitud hospitalaria.
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Y es que el Niño Dios ha derramado sobre la tierra el don del amor y nos pide calor humano, cordialidad, compasión, solidaridad y hospitalidad.

La posada es la casa donde ese día va a tener lugar la celebración.

La comunidad saluda a la familia que acoge la posada en su casa. Se desea que esta familia abra sus puertas al Señor y que Él la bendiga.

Se ora con textos bíblicos y se entonan cantos religiosos y villancicos.

Al final, se agradece a la familia de la posada y se concluye con una oración y bendición.

Te pedimos, Señor, que la celebración del nacimiento de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo, nos haga escuchar tu Palabra, nos una más a tu Iglesia y nos cambie el corazón.

Que tú, Señor Jesús, puedas nacer en todos y cada uno de nosotros.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.



10 – ¿CUÁL ES LA ESPIRITUALIDAD DEL ADVIENTO?

Con la liturgia del adviento la comunidad cristiana está llamada a vivir determinadas actitudes espirituales esenciales:
– la vigilante y gozosa espera
– la esperanza
– la conversión

La Iglesia, viviendo esta espera en actitud vigilante, clama: Maranatha: Ven, Señor Jesús (Ap 22,17.20).

El adviento celebra al Dios esperanza (Rm 15,13) y vive la gozosa esperanza (Rm 8, 24-25).

Entrando en la historia, Dios interpela al hombre. La venida de Dios en Cristo exige conversión continua, y despertar del sueño (Rm 13,11-14).

A través de la predicación de Bautista estamos llamados a preparar los caminos del Señor, a acoger a Dios que viene, convertidos de mente y corazón en el espíritu de las bienaventuranzas.

Si Cristo vino, fue sobre todo para que el hombre supiera cuánto lo ama Dios y lo aprendiera para encenderse más en el amor de quien lo amó antes, para amar al prójimo según la voluntad y el ejemplo de quien se hizo prójimo prefiriendo no a los que estaban cerca de Él, sino a los que vagaban lejos.

Ponte como fin este amor, al que referirás todo lo que digas; cuenta todas las cosas de manera que la persona a la que hablas crea al escuchar, espere al creer y ame al esperar (San Agustín).



11 – ¿QUÉ TIENE QUE VER SAN NICOLÁS CON SANTA CLAUS Y PAPA NOËL EN ADVIENTO?

San Nicolás se relaciona con este tiempo litúrgico porque su memoria se celebra el 6 de diciembre y por su carisma de servicio y hospitalidad.

De san Nicolás, obispo de Mira (Licia), en Asia Menor, en el siglo IV,tenemos muchas noticias, pero es difícil distinguir las pocas auténticas del gran número de leyendas tejidas alrededor de este popularísimo santo. Varios cientos de Iglesias en el mundo llevan su nombre.

Su veneración se difundió en Europa cuando sus presuntas reliquias fueron llevadas de Mira por 62 soldados bareses (Italia) y colocados con gran honor en la catedral de Bari, para evitar que fueran profanadas por los turcos. Era el 9 de mayo de 1087.

Ya las reliquias habían sido precedidas por la fama de gran taumaturgo y por coloridas leyendas: La leyenda áurea.

San Nicolás tiene patrocinio sobre niños desprotegidos, pescadores, prestamistas y prostitutas. Su gran generosidad nos recuerda el gran mandamiento del amor de Jesús.

Es protector de vidas amenazadas por la violencia, pobreza y explotación. Es patrono de Rusia y Grecia.
Su memoria se transformó en el personaje de Nicolaus (Alemania) y de papá Noël y Santa Claus (países anglosajones).



12 – ¿QUE TIENE QUE VER LA VIRGEN MARÍA Y EL ADVIENTO?

El nombre de la Theotokos contiene toda la economía divina sobre este mundo (san Juan Damasceno, PG 94, 1029).

La memoria de la Madre de Dios está indisolublemente unida a la obra salvífica del Hijo. El Concilio Vaticano II declara:

En la celebración de este círculo anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con amor especial a la bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con lazo indisoluble a la obra salvífica de su Hijo.

En ella la Iglesia admira y ensalza el fruto más espléndido de la redención y la contempla gozosamente como purísima imagen de lo que ella misma, toda entera, ansía y espera ser (SC 103).

En adviento resuenan las antiguas voces proféticas sobre la Virgen y el Mesías.

La figura de María, la madre mesiánica, está proféticamente bosquejada en el Antiguo Testamento.

María es el testigo silencioso del cumplimiento de las promesas.

Es la encarnación ideal del Antiguo Israel que ha llegado a la plenitud de los tiempos.

– En los libros del Antiguo Testamento aparece ya proféticamente bosquejada la promesa de victoria sobre la serpiente hecha a los primeros padres (Gn 3,15).

Por María nos llega el linaje de quien aplastará la cabeza al maligno (Gn 3,15; Ap 12).

– María es la nueva mujer, la nueva Eva, la primera redimida, abogada de Eva (san Ireneo), que restablece el sentido original de la historia de la salvación.

– María es la heredera de la fe de Israel en el Sinaí (Ex 19-24).

El nosotros haremos todo lo que el Señor ha dicho (Ex 19,8; 24,3.7) es el Fiat del Antiguo Testamento.

– María es la Virgen que concebirá y dará a luz un hijo que se llamará Enmanuel (Is 7,14; Miq 5,2-3; Mt 1,22-23).

– María con su anunciación es la hija de Sión (Lc 1,26-38). Lucas aplicará a la Virgen las profecías de Zacarías (2,14-15; 9,9-10), Sofonías (3,14-17) y Joel (2,21-27) dirigidas a la hija de Sión.

– María es el arca y tabernáculo de la nueva alianza. Es la morada de la presencia de Dios (sekinah), que encarna a su Hijo.

Su seno puro y virginal es el arca de la alianza. La visita de María a Isabel está modelada según el traslado del Arca de la Alianza desde Baalá de Judá a Jerusalén, por orden de David (2 Sm 6).

– María es la personificación de Jerusalén Si Jerusalén será madre de todas las gentes (Is 49,21; Sal 87), María es la nueva Eva que con su Sí y su maternidad junto a la cruz se constituirá madre de todos los pueblos (Jn 19,26).

– La Virgen de Nazaret es el tipo representativo del resto de Israel; es decir, de ese pueblo humilde y pobre que confía en el nombre del Señor (Sof 3,12-13).

– María es la memoria plena de Israel pues ella conservaba todas las cosas en su corazón y las meditaba (Lc 2,51).

Y además, María está indisoluble y activamente unida al cumplimiento del misterio de Cristo en la encarnación, en la pasión-muerte-resurrección, y en pentecostés (LG 55-59); es decir, a lo largo de la economía de la salvación de su Hijo (LG 66).

María es presencia y ejemplo. La ejemplaridad de María respecto a la Iglesia reside en el hecho de que ella es la Iglesia-esposa asociada a la obra salvífica de Cristo:
– La llena de gracia, símbolo de una Iglesia que ha de ser santa.
.
– La Virgen del Sí, la sierva del Señor, la discípula que escucha, acoge y pone en práctica la Palabra de Dios: Hija del Hijo.
.
– La Madre-Iglesia junto a la cruz.


PREPARACIÓN ESPIRITUAL AL SACRATÍSIMO PARTO DE MARÍA SANTÍSIMA Y AL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS



Preparación espiritual al sacratísimo parto de María Santísima y al nacimiento del niño Jesús (1803)



QUE HACEN TODOS LOS AÑOS EN LA IGLESIA
de Religiosas Dominicas de Nuestra Señora del Rosario
de Barcelona; en donde se dio principio para hacer
públicamente dicha función, en el año de 1803.




La Santidad de N. SS. Padre Pio VII. en 27 de Noviembre de 1804, se dignó conceder Indulgencia plenaria, que puede ganarse por una sola vez confesando y comulgando en uno de los días de la preparación, y asistiendo al tiempo de las santas preparaciones: En el referido día concedió Su Santidad 200 idas de Indulgencia y remisión de pecados, los que se pueden ganar en todos los sobredichos días, a mas de las muchas que están ya concedidas por varios Prelados de la Iglesia, teniendo la Bula de la Santa Cruzada.





AL DEVOTO LECTOR.

Celebrando nuestra santa madre la Iglesia todos los años el sagrado Adviento, para preparacion á la gran fiesta del Nacimiento del Señor, debe todo fiel cristiano en dicho tiempo egercitarse, mas que nunca, en los actos de una tierna y sencilla devoción, para disponerse á recibir aquella abundancia de gracias, que suele conceder á sus especiales devotos el Niño Jesús. Por tanto, habiéndome venido á las manos los ejercicios de devoción que solía ejercitar en tal tiempo la gran sierva del Señor, Santa Catalina de Bolonia, del Orden de Santa Clara: el cuerpo de la cual, en testimonio de su gran santidad, después de pasados tantos tiempos, se venera entero y libre de corrupción en la misma Ciudad de Bolonia; he juzgado hacerlos imprimir, para el mayor provecho espiritual: rogando á todo fiel cristiano á cuyas manos llegue esta breve instrucción, á practicarla con cordial devoción y afecto, de hacerla practicar á sus parientes, amigos y conocidos; exhortando especialmente á las cabezas, no solo de las familias y casas privadas, pero también de las públicas, como Congregaciones, Oratorios, Escuelas y Maestranzas, para que las escriban y enseñen á sus súbditos y dependientes, que recibirán gracias señaladísimas del sacrosanto Niño, de su Madre Santísima y del gran Patriarca San José. Y porque el Adviento no siempre comienza en un mismo dia, se empezará el dia de San Andres, que es á 30 de Noviembre, y asi durará 25 dias, qúe la cuarenta Ave Marías al dia, cumplen el número de mil, hasta la noche del santo Nacimiento.

Cada dia se rezarán con devocion 40 Ave Marías, interpoladas con las bendiciones que van despues del ofrecimiento preparatorio.


OFRECIMIENTO PREPARATORIO.
Yo os ofrezco, Virgen Purísima, estas cuarenta Ave Marías, y otras tantas bendiciones con que voy á saludaros con intencion de ganar las muchas indulgencias que en ellas hay concedidas: haced Señora, que salgan de un corazon contrito y fervoroso, para que mi oracion suba con olor de suavidad hasta el trono de gloria en que estais exaltada: aceptadlas en memoria de la dicha que os cupo cuando fuisteis elegida en Madre del Verbo Eterno, de la alegría con que le visteis nacido, del gozo con que le estrechasteis en vuestros soberanos brazos, y de la ternura con que le alimentasteis con vuestra leche sagrada. Hacedme participante de aquellos vivos deseos con que esperabais Vos su Nacimiento, y alcanzadme que preparando mi alma para recibirle con pureza, merezca celebrar su venida, y alabarle con los Angeles en el pesebre. Amen.


En la primera decena, al fin de cada Ave María, con afecto cordialísimo juntará las siguientes palabras.

Bendita sea, ó María, la hora en la cual fuisteis consagrada Madre de Dios.

Al fin de cada Ave María de la segunda decena, se dirá:

Bendita sea, ó María, la hora en la cual parísteis al hijo de Dios.

Al fin de cada Ave María de la tercera decena, se dirá:

Bendito sea, ó María, aquel primer abrazo que disteis al Niño Jesus Hijo de Dios.

Al fin de cada Ave María de la cuarta decena, se dirá:

Bendita sea, ó María, la primera gota de leche, que de vuestro purísimo y virginal pecho mamó el hijo de Dios.


Se concluye este egercicio, diciendo al fin de las cuarenta Ave Marías de cada dia, la Oracion siguiente:

Misericordiosísima Vírgen María, piadosísima abogada de los pecadores, firmísima esperanza de nuestra eterna felicidad, ayúdanos, Madre clementísima, á rogar al Omnipotente Señor por la paz y concordia entre los Príncipes cristianos, estirpacion de las heregías, conversion de todos los pecadores, salud y prosperidad de nuestros católicos Monarcas, y su Real Familia, y sucesos felices del Estado; pero con especialidad por las necesidades, exaltacion, y fines piadosos de nuestra santa Madre la Iglesia. Oid , Padre amorosísimo, nuestras súplicas, y concedednos estas gracias, particularmente la de adoraros eternamente en la gloria, por los ruegos de María, y por los méritos de su unigénito Hijo y Señor nuestro Jesucristo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo Dios, por todos los siglos de los siglos. Amen.

Llegada la vigilia del santo Nacimiento, al anochecer, despues de tocada el Ave María, ó cuando se dá principio á tocar á Misa, se rezará la primera parte del Rosario de los misterios gozosos: inmediatamente se ofrecerán á la Virgen Santísima las mil rezadas Ave Marías, y las mil celebradas bendiciones suplicándole, que con su autoridad de Madre del Nacido Niño, nos alcance, en recompensa de mil, dos solas bendiciones, una en vida y otra en muerte: la primera para que nos sea dada la gracia de verdaderamente arrepentimos, y la segunda de felizmente salvarnos.


Las sobredichas Ave Marías, se pueden rezar de rodillas, en pié, sentado, ú de otra cualquier manera, pero con devocion.
Oracion para ofrecer á la Virgen Santísima las mil Ave Marías rezadas en la preparacion á su parto santísimo.

Poderosísima Reina de los Angeles, dignísima Madre de Dios, y mi dulcísima y benignísima Señora, y digna criatura, humildemente postrada á vuestros santísimos piés, os ruego, que os digneis recibir de mí, pobre pecador, estos cinco misterios gozosos de vuestro santísimo Rosario, que os ofrezco, y juntamente las mil Ave Marías de mí indignamente rezadas, y otras tantas celebradas bendiciones, rogándoos, clementísima Señora mia, por aquella autoridad de Madre del nacido Niño, me alcanceis, en recompensa de mil, dos solas bendiciones: la primera en vida, consiguiéndome gracia de un verdadero arrepentimiento; y la segunda en muerte, intercediendo por mi eterna salvacion. Amen.


Los Escmos. é Ilmos. Señores D. Antonio de Sentmanat, Patriarca de las Indias, D. Felipe Beltran, Obispo de Salamanca, é Inquisidor general, conceden 40 dias de Indulgencia por cada Ave María, y otros 40 por cada Bendito. D. Isidro de Caravajal, Obispo de Cuenca, 40 por cada Ave María y por cada Bendito. D. Agustin Rubin de Ceballos, Obispo de Jaen, é Inquisidor general, concede 40 dias por cada Ave María, rezada delante de la Imagen del Devocionario en cualquier tiempo. D. Fr. Sebastian Malvar, Arzobispo de Santiago , y D. Agustin de Lezo Palomece, Arzobispo de Zaragoza, 80 dias por cada Ave María, y otros 80 por cada Bendito. D. Fr. Tomas del Valle, Obispo de Cadiz: D. Fr. Antonio Lopez, Obispo de Astorga: D. Asensio Sales, Obispo de Barcelona: D. Bernardo Velarde, Obispo de Tortosa: D. Francisco José Rodriguez, Obispo de Teruel: D. Andres Mayoral, Arzobispo de Valencia: D. Fr. Blas Arganda, Obispo de Segorbe: D. José Tormo, Obispo de Orihuela, y D. Francisco Anguriano, Obispo de Tagaste, Ausiliar de Toledo, han concedido 40 dias por cada Ave María, y otros 40 por cada Bendito, y así pueden ganarse en el egercicio de cada dia, cincuenta y dos mil y ochocientos dias de Indulgencia, que suman al cabo de los veinte y cinco dias, un millon, trescientos veinte mil dias. Como consta por los Decretos que dichos Escmos. é Ilmos. Señores han firmado al pié de cada Memorial.


EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís