FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

ADVERTENCIAS DEL MAS ALLA A LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA.

PARTE  30

Por el padre Arnold Renz

LAS POSIBILIDADES DE LA CONFESIÓN



J: Auque la gente quisiese confesarse, existen muy pocas ocasiones. Como máximo, solamente durante una hora hay ocasión de confesarse. Por lo tanto, no van más que algunos viejos (ríe irónicamente).

E: ¡Di la verdad, continúa, di lo que tienes que decir de parte de la Santísima Virgen!

J: Entonces, el sacerdote se siente en ridículo.  se pregunta: "¿Solamente tan pocos y solamente ancianos?  Si esto sigue así, pronto no tendrá objeto venir al confesionario.  ¿Vamos a estar obligados también a celebrar ceremonias penitenciarias?"  estos sacerdotes abandonan el confesionario cuando los confesados o han terminado de rezar sus oraciones, de forma que los que aún esperan creen que ya no pueden ni  siquiera confesarse, si no se precipitan rápidamente hacia el confesionario.  Entonces no pueden (ríe a carcajadas)…

E: ¿Di la verdad por orden de la Santísima Virgen, cesa de reír!

J: ...por miedo a que el confesor se les escape, ni siquiera pueden prepararse convenientemente, como lo hubiesen hecho normalmente (ríe a carcajadas).

E: ¿En nombre de la Santísima Virgen dí la verdad!

J: No quiero seguir hablando, no quiero seguir hablando.

E: ¡Sí! tienes que hablar, ¡tienes que decir lo que la Santísima Virgen quiere!  ¡Tienes que decir hasta el final, lo que la Santísima Virgen quiere, y nada más!

J: Si los sacerdotes oyeran, como antes, las confesiones durante horas, si hablasen de la muerte de Cristo, podrían en esta ocasión hablar también de la muerte del hombre.  Podrían recordar que todos tenemos que morir, y que cada uno debe preparar su alma para eso.  De esta forma, miles de almas serían salvadas del infierno (se queja lamentablemente).

E: ¡No nos molestes, no tienes derecho a tirar de la estola, en nombre de...!

J: No quisiéramos, pero estamos obligados; Belcebú y Lucifer quieren que os molestemos.

E: ¡Belcebú y Lucifer tienen que desaparecer! ¡Judas Iscariote, habla tú solo en nombre de la Santísima Virgen, y en nombre de...!

J: Nosotros sembramos la cizaña por todas partes. Desde que Belcebú está aquí, nosotros tenemos de todas formas un gran poder.  Va de una parte a otra, y siembra la cizaña donde puede.



ORACIÓN DEL ANGEL DE FÁTIMA


Dios mío creo en Ti, te ador, pongo mi esperanza en Ti, y te amo. Te pido tu perdón para los que no creen en Ti, que no te adora, que no tienen su esperanza puesta en Ti, y que no te aman.  Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro desde el fondo de mi alma, y te ofrezco el muy Precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, que está presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias que le ofenden a El mismo.  Por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón, y por la intersección del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.



12 de Enero de 1976

E= Exorcista

V= Veroba, ángel caído del Coro de las Potencias



PREOCUPACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN POR LA HUMANIDAD.


E: ¡Te ordenamos, Veroba, en nombre de....tienes que decir la verdad, exactamente lo que quiere decir la Santísima Virgen!

V: Hasta los buenos combatirán a los buenos. Antes no era así. Antes, los buenos estaban unidos.  El desorden ha comenzado ahora y va hacia su paroxismo.  Pero todavía vendrá algo peor.

E: ¡Continúa en nombre de...!

V: De repente, en el momento actual, los hombres ya no leen tan frecuentemente las Santas Escrituras.  Por otra parte, en todos los sitios, se la explica de una manera diferente, y hasta está deformada y combinada de otra forma, como a cada uno le conviene.  Solamente la santa Escritura no falsificada, la buena y antigua Santa Escritura tradicional es la que sería necesario mantener.  Todo lo demás es solamente combinación, y podría decirse que está envenenado.

E: ¡Continúa diciendo la verdad!  ¡Habla en nombre de la Santísima trinidad, de todos los santos Ángeles y Arcángeles y en nombre de la Inmaculada!

V: La Alta Señora quiere salvar a todos los que pueda.  El mundo es tan perverso que ya no puede salvar a gente en masa. Sin embargo, quiere hacer todavía todo lo que puede.  Ama a sus hijos, los ama más de lo que muchos de ellos hubieran merecido.

E: ¡Continua diciendo la verdad, en nombre de...!

V: ¡Si solamente nos amase todavía con una décima parte de este amor! (Se lamenta horriblemente).  Ama a sus hijos como solamente una madre puede amar a sus hijos. Por eso es necesario que muchos buenos, también laicos, obren.... todos deben rezar, pero también tienen que sufrir por  y para la salvación de otras almas, que de otra forma se perderían o se hundirían aún más por los caminos de perdición.  el desorden es espantoso y todavía llegará a ser peor.  ¡Pero tenéis que cumplir todo lo que Ella quiere!

E: ¿Qué quiere la Santísima Virgen?  ¡Habla, en nombre de...!

V: Que perseveréis por este camino, y no os desviéis ni una pulgada, aunque el propio diablo acudiese sobre zancos.


E: ¡Di lo que tienes que decir, di la verdad, por orden de la Santísima Virgen y en nombre de la Santísima Trinidad!

V: Os podéis consolar con el Papa, que aún sufre más que vosotros. Ya hace mucho tiempo que quisiera que todo terminase. Pero tiene que continuar orando y haciendo sacrificios.  Tenéis que secundarle. Los laicos también tienen que ayudar.  Precisamente en este momento se necesita un mejor discernimiento, para contrarrestar los mejores juicios, porque cada cual cree tener un mejor juicio, aunque sea falso.

E: ¡Continúa diciendo la verdad!  ¡tienes que decirla en nombre de la Santísima Virgen!  ¡No tienes derecho a mentir!

V: Si ella  no estuviese en el cielo... y si aún pudiera descorazonarse... estaría ya hasta la coronilla... pero tiene paciencia.  tiene una paciencia inmensa, más que todos los hombres juntos.  Si tuviese... si pudiese... ejercerla también con nosotros.  (Suspira terriblemente).  Nosotros, los del infierno, hemos terminado de esperar.  Ahora ya no podemos hacer nada, a no ser que hagamos revelaciones para vosotros.  ¡Ah!  ¡Que aún tengamos que revelar lo que no quisiéramos!

E:  ¡Continúa diciendo la verdad!  ¡Tienes que decirla en nombre de la Santísima Virgen, Veroba!  ¡tienes que decir la verdad!

V: En breve, Jesucristo ni siquiera estará presente en todas las misas.  Ya en el momento actual no está presente en todas partes.  Hay muchos sacerdotes que no creen ya en la presencia sacramental de Jesucristo en la consagración.  Esto es lamentable; ya no hay gracias, o apenas si las hay.  Si todos los que se titulan sacerdotes leyesen convenientemente la misa -tridentina- el mundo cambiaría de una manera sensacional.  Pero desgraciadamente no es así.  Por eso hemos tenido que insistir ante los cardenales, a continuación ante los obispos y después los sacerdotes, finalmente ante los laicos.  Un cardenal, y obispo, un sacerdote, tiene siempre mil veces más importancia que un laico, en todo caso para nosotros.

E:  ¡Veroba, continúa!  ¡Di lo que tienes que decir por orden de la Santísima Virgen, en nombre de...!

V: Si la Gran Señora pudiese llorar todavía -puede hacerlo todavía en sus apariciones- si pudiese llorar en el cielo, toda la tierra estaría mojada por sus lágrimas.  Todavía tiene piedad de esos miserables gusanos de la tierra; todavía les tiene compasión, procura llamarlos o retenerlos.  Pero los hombres no quieren; cegados van a prenderse en los hilos de esas marionetas, que no son otra cosa que nuestra insignia y nuestros carteles publicitarios.  Pero no se cree.  ¡Ese es nuestro gran triunfo, que ya no se cree!

E: ¡Continúa diciendo la verdad, Veroba, en nombre de la Santa Virgen, que sufre tanto en el cielo, y en nombre del Santo Padre, el Papa Pablo VI!

V: ¡Hasta Judas, con su odiosa traición, fue menos malo que muchos de los sacerdotes de hoy en día.  Judas no ha obrado de tal forma a escondidas. Sentía que Jesús estaba al corriente de su falta.  Después se ha arrepentido y a tirado sus treinta dineros en el templo.  Y a dicho:  "He traicionado la Sangre inocente"  ¿Hay un sacerdote de hoy en día que haga lo mismo?  Los de hoy en día son mucho más perversos.  Ninguno se arrepentiría del mal que ha hecho.  Es una epidemia.  están infectados hasta la médula y todos se ayudan mutuamente de tal forma, que todo pueda ser y permanecer ocultado.  ¿Pero por cuánto tiempo todavía?.  Cuando todo salga a relucir ya  o seremos nosotros los que tengamos las ventajas, sino la iglesia.  Lo que la Iglesia a representado hasta el día de hoy, no puede echarse por la borda después de siglos, y tirarse como si se tratase de un viejo zapato usado, o como un viejo chaquetón usado, que se puede arreglar con algunos zurcidos o parches.

E: ¡Sigue diciendo la verdad en nombre de la Santísima Trinidad!

V: Para la Gran Señora y para el Cielo lo triste es que tantas personas buenas que Ella quiere tanto y que irían mano en mano con el Cielo, están paralizados actualmente.  Muchos ya ni siquiera saben lo que pudieran hacer en medio de este desconcierto y lentamente puede surgir para ellos el peligro de caer en el error.  Por esto es por lo que tengo que decir yo, Veroba:  ¡Tenéis que rezar mucho más al Espíritu Santo!  ¡Jamás se podrá rezar lo suficiente al Espíritu Santo!

E: ¡Di la verdad, Veroba!  ¡Di todo lo que tienes que decir de parte de la Santa Virgen!

V: ¡No hubiera querido decir eso!  ¡No quiero decir nada más!

E: ¡Tienes que decir ahora lo que debes decir de parte de la Santísima Virgen, en nombre de la Santísima Trinidad!

V: Ella me hace decir: "No desesperéis, ni aunque los justos se equivoquen con respecto a vosotros"  Jesús ha predicho: "El tiempo vendrá en que al que os mate, creerá rendir un servicio a Dios"  ¡Este tiempo ha llegado"  No os matarán inmediatamente; se ha matado ya a muchos, pero no a vosotros.  Es necesario que sufráis ciertas persecuciones.  Pero la situación empeorará aún más.

Esto no durará más de diez años. Ni siquiera nosotros mismos lo sabemos exactamente.  Solamente sabemos que está próximo.  Cristo mismo ha dicho: "No sabéis ni el día ni la hora en que llegará el Hijo del Hombre".  Esto vale también para los castigos y no solamente para el fin del mundo.  El quiere decir con esas palabras, que comprende también los castigos y la muerte de cada hombre en particular.  La advertencia está incluída en el castigo.  No será muy fácil.  Con la advertencia comienza ya el castigo; por decirlo así, será la primera parte.

E: ¡Di la verdad, Veroba, di lo que tienes que decir, y solamente la verdad!

V: No durará ni siquiera diez años.  Según nuestros cálculos, sería posible que la Advertencia...pero como ya he dicho, nosotros en el infierno, no lo sabemos (gruñe terriblemente).  Los numerosos orantes son la causa de que el Cielo retenga todavía el Castigo.  De hecho es paradójico continuar orando.  El desconcierto sigue en aumento debido al retardo de la Advertencia y del Castigo.  Pero a pesar de todo hay que rezar.  Ella lo quiere así, porque de esa forma, todavía hay almas que pueden ser salvadas (rugido estremecedor).


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