FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

LA VOCACIÓN A LA SANTIDAD DESDE LA JUVENTUD, COMO LO ENSEÑA SANTA MARÍA GORETTI


María Goretti, con solo once años, manifestó un profundo deseo de recibir el sacramento de la Comunión. Este deseo la llevó a renunciar a las horas de sueño para asistir a la misa dominical en un pueblo distante varios kilómetros de su casa. Su fe temprana y su dedicación a la oración la distinguieron desde joven.

Una vida corta, un testimonio eterno, antes morir que pecar

Santa María Goretti nació en 1890 en Italia, en el seno de una familia campesina muy humilde. Desde pequeña mostró una sensibilidad profunda hacia Dios, una vida de oración sencilla, y una gran responsabilidad en el hogar. Su historia, marcada por la pureza, el perdón y la firmeza en la fe, nos enseña que la santidad no es cosa de adultos ni de tiempos lejanos: es posible desde la juventud, y en medio de la vida ordinaria.

A los 11 años, fue atacada por un joven que intentó abusar de ella. María prefirió morir antes que consentir el pecado. Sus palabras fueron claras y poderosas: “¡No, es pecado, Dios no quiere esto!” Fue apuñalada catorce veces, y antes de morir, perdonó a su agresor. Esa decisión de amor y fidelidad a Dios la llevó a los altares.

Una vocación que comienza temprano

Cuando la Iglesia declara santa a una niña como María Goretti, está recordándonos que la santidad no tiene edad mínima, ni espera condiciones ideales. La juventud no es una excusa para dejar pasar la llamada de Dios. Al contrario, es una etapa donde el corazón está más abierto, más dispuesto a amar, a soñar en grande y a comprometerse con lo verdadero.

La vocación a la santidad no se limita a ser sacerdote o monja. Es un llamado universal a vivir como Cristo: amando, perdonando, sirviendo, resistiendo al mal, siendo fieles a la verdad, incluso cuando cueste.

Un mensaje para los jóvenes de hoy

Santa María Goretti interpela directamente al mundo juvenil actual, muchas veces bombardeado por antivalores, superficialidad, erotización temprana y miedo al compromiso. Su vida grita con fuerza:

¡Sí se puede ser puro!

¡Sí se puede decir “no” al pecado!

¡Sí se puede perdonar al que nos hiere!

¡Sí se puede ser santo en medio de una vida sencilla!

Ella no tuvo redes sociales ni luces de espectáculo. Tuvo una fe profunda, un corazón limpio, y un deseo de amar a Dios por sobre todo. Su canonización en 1950 atrajo a más de 250,000 personas, la mayoría jóvenes, que vieron en ella una heroína real, una santa que les hablaba su mismo lenguaje.

¿Y tú, joven? ¿A qué te llama Dios hoy?

La historia de María Goretti te invita a preguntarte:
  1. ¿Estoy tomando en serio mi fe?
  2. ¿Pido a Dios fuerzas para resistir la tentación?
  3. ¿Qué testimonio doy a mis amigos con mi forma de vivir?
  4. ¿Qué tan valiente soy al decir “no” a lo que me aleja de Dios?
No esperes a “ser grande” para responder al llamado de Cristo. Hoy puedes comenzar a caminar en la santidad, con pequeños actos de amor, pureza, oración, verdad y perdón. Eso fue lo que hizo María, y Dios la levantó como modelo para todos los tiempos.

Oración

Señor Jesús,
Te doy gracias por el testimonio valiente de Santa María Goretti,
por su fe limpia, su amor por Ti y su capacidad de perdonar.
Ayúdame a vivir mi juventud con pureza y entrega.
Que no me dé vergüenza seguirte,
y que como María, sepa decir “sí” al bien y “no” al pecado.
Dame fuerza para ser testigo tuyo hoy.
Amén.

sacerdote eterno

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís