FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

EXORCISMOS DEL PADRE ARNOLD RENZ (Séptima Parte).



12o EXORCISMO: 5,4,1978. –

V = Declaraciones del demonio sacerdotal Verdi Garandieu. E = Rdo. Padre Ernest Fischer, antes misionero. Gossau, Suiza.

E) "¡Tienes que hablar en honor de Dios y para la salvación de las almas, te lo ordena San Vicente Ferrer, el gran cazador de almas, que te ha arrancado tantas!".

V) "¡No a mí, sino al viejo! Yo solamente soy uno entre muchos. Un miserable entre muchos. ¡Hay que ver los disparates que he hecho! ¿Por qué no he sido un sacerdote como los quieren Los de ahí arriba? ¿Por qué no he correspondido a su misericordia? ¿Por qué emprendí la vida sacerdotal, sabiendo que no era capaz de cumplir con este cargo tan pesado y de tanta responsabilidad? He pecado por malos ejemplos, como ahora dan malos ejemplos miles de sacerdotes. He mirado más hacia las faldas que a los mandamientos de Dios. El de ahí arriba ha dicho en mi caso textualmente: "Quiero escupirte de mi boca, porque no eras ni caliente ni frío". En mi juventud todavía era bueno. Pero después me convertí en un indolente. Abandoné el camino de la virtud, y ya no correspondí a la gracia. Al principio confesaba de vez en cuando. Quise retroceder más de una vez y luché contra mis grandes faltas; pero ya no lo pude conseguir, porque había rezado demasiado poco. No he correspondido lo suficiente a la voz de la clemencia. Ya casi era frío. Ahora tenéis a miles que como yo, son indolentes y ya no corresponden a la voz de la clemencia. A esos no les irá mejor que a mí si no se convierten y no admiten el fuego del Espíritu Santo y lo hacen actuar en sí mismos. ¡A mí, Verdi, no me va bien en el infierno!. ¡Si pudiera, no quisiera haber vivido!. ¡Cómo quisiera hacer mejor mi misión!. ¡Cómo estaría dispuesto a estar de rodillas día y noche rezando Al de ahí arriba y pedir misericordia!. ¡Invocaría a todos los Ángeles y santos para que me ayudaran, para que no volviese a ir por el camino de la perdición!. ¡Pero ya no puedo volver atrás, estoy condenado!. Los sacerdotes no saben lo que significa estar condenado. ¡No saben lo que es el infierno!. Creen que ya no se puede modificar nada del modernismo, lo llaman ir con el tiempo. Sus superiores: cardenales y obispos, tampoco les dan mejor ejemplo. ¿O es que viven ante pobres mesas, con escasos manjares, como lo ha hecho Cristo?. Esto no corresponde a la imitación de Cristo. El dio ejemplo de pobreza y virtud.

Yo tenía intención de ser un buen sacerdote. Pero hay que tener en cuenta que un sacerdote se encuentra en mayor peligro de ser seducido por los de ahí abajo. Pensé, ahora ya soy sacerdote. Conseguí mi propósito. Al principio cumplí bien mis obligaciones. Pero de pronto, me resultó demasiado monótono. Empecé por descuidar la oración del celibato. Llegué a un punto que pensé: esas oraciones tan aburridas del breviario, me quitan muchísimo tiempo. El no rezar la oración del breviario fue mi perdición. Cuando dejé de rezarlo, fui cayendo sucesivamente en el pecado. Cuando caí en el pecado de deshonestidad, ya no he leído la misa con devoción. Y siguió toda una cadena de reacciones. Ya no estaba en estado de gracia. La Biblia era un reproche para mí. Tampoco quería realizar la enseñanza de los niños bien. ¿Cómo hubiera podido instruirlos sobre lo bueno, si ya no seguía ese camino?. Por eso tengo que decirles a los modernistas, que les irá igual que a mí. ¿Cómo pueden predicar algo que ellos mismos no siguen en su vida?. Tendrían que mentir. Los corazones de muchos se han convertido en antros de asesinos. La tragedia es tanto mayor, cuanto que su sacerdote, que ya no da buen ejemplo y abandona el camino de la virtud, lleva tras sí una cantidad de personas.

Se habla mucho del amor al prójimo, y olvidan que el amor al prójimo resulta del perfecto amor a Dios. El primero y más importante Mandamiento es "Amar al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas". Solamente después viene "al prójimo como a tí mismo". Si esos sacerdotes hiciesen las paces con el de arriba, vendría por sí mismo el amor al prójimo.

Si hubiera dicho "¡Te seguiré en la cruz!. ¡Dame cruces para mis ovejas!. ¡Todas las que pueda soportar para que pueda seguirte!". Pero me olvidé de decir eso porque ya no lo quería. Hoy se olvidan hablar del camino de la cruz, de que hay que expiar y hacer penitencia. Deberían rezar intensamente para conseguir la virtud de la constancia y seguir hasta el fin. El sacerdote debería decir desde el púlpito: "Sed constantes, seguid el camino hasta el fin, seguid el camino de la cruz, soportad con paciencia, porque el premio estará en el Cielo".

Miles de sacerdotes se han condenado por causa de las mujeres. No lo hubiera sido si rezasen. Deberían coger diariamente el breviario como se hacía antes. Miles ya no viven en gracia, porque no rezan el breviario, como yo, Verdi, dejé de hacerlo. ¡Si hubiera rezado y permanecido en el camino de la virtud! Mi Ángel hubiera venido y me hubiera ayudado. Tampoco he rezado a mi ángel. Él de ahí arriba no cambia de repente las leyes, como quisieran los hombres de hoy. Él es siempre el mismo y será el mismo. Es el hombre el que modifica. La perdición de muchos sacerdotes de hoy ha sido el sexto mandamiento y el lujo".

Vea la sexta parte aquí


A continuación les dejo la octava y última parte de una entrega de 10 videos que componen el exorcismo realizado a la joven Anneliese Michel por el padre Arnold Renz. 





Esto ha sido la entrega completa de los textos Advertencias del más allá _ Exorcismos del Padre Arnold Renz, invitándolos a que lean las entregas anteriores de no haberlo hecho aun y a recomendarlas. 

Que por medio de la la Santísima Madre de Dios sean salvos.

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