FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

MENSAJES DE JESÚS EL BUEN PASTOR -MENSAJES RECIENTES- PARTE 10.







¡MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ!

AGOSTO 16 DE 2011 – 8:30 A.M.

LLAMADO URGENTE DE LA VIRGEN A LA HUMANIDAD

Los días de la purificación están muy cerca ya; no temáis, mi Corazón Inmaculado triunfará; permaneced hijitos bajo la sombra del Altísimo y nada ni nadie podrá haceros daño. Yo vuestra madre os protegeré y cuidaré si permanecéis unidos a Dios a través de mi Corazón Inmaculado; de nuevo os digo, que ningún mortal estará exento, ni los elegidos, pues a ellos atacará con mayor fuerza mi adversario; pero no temáis, si me invocáis y atáis vuestro corazoncito a mi Corazón Inmaculado, no debéis porque temer; por lo tanto hijitos míos estad preparaos porque la noche y sus tinieblas está por comenzar.

Acontecimientos y señales jamás vistos por ojo alguno se darán en el cielo y en la tierra, como un anuncio de que la hora de la Justicia Divina ha comenzado. Este año hijitos míos, será decisivo en los planes de Dios para la humanidad; se comenzarán a dar las primeras señales para que estéis atentos y vigilantes y podáis discernir los acontecimientos que darán comienzo a la purificación. No temáis, ni os alarméis; si sois del rebaño de Dios todo pasará como un sueño para vosotros; orad y orad; la oración, la fe y la confianza en vuestro Padre y Madre Celestial, serán el pasaporte a la nueva vida. No os apartéis de Dios, hijitos míos, pues todo aquel que se aparte de Él, perecerá; uníos a Dios a través de vuestro Padre y Madre Celestial; consagraos a nuestros dos corazones y no temáis; ni un solo cabello se os perderá si permanecéis firmes y fieles al Dios de la vida.

Que la paz de Dios permanezca en vosotros y mi protección maternal os acompañe siempre. Soy vuestra Madre. María Reina de la Paz.

Dad a conocer mis mensajes hijitos míos, no os quedéis quietos; el tiempo apremia y la salvación de las almas está en juego.


PROPAGAD EL REZO DE MI SANTO ROSARIO Y UNÍOS EN ORACIÓN A VUESTRA MADRE Y OS ASEGURO QUE MI ADVERSARIO HUIRÁ DESPAVORIDO
SANTUARIO DE MARÍA SANTIFICADORA, ALTO DE GUARNE (ANT.)

Agosto 21 de 2011 - 12:51 p.m.

Amadísimos hijitos míos, que la paz del Dios Uno y Trino esté con todos vosotros, y mi protección maternal os asista siempre.

Hijitos míos, id buscando los refugios donde encontraréis amparo en los días de la persecución. La luz está por partir, para dar comienzo a las tinieblas; no temáis mis pequeños, sabed que yo vuestra Madre os llevo en mi regazo, y seré vuestro refugio en esos días de soledad y purificación. Orad, orad, orad, a todo instante con jaculatorias y haced el rezo de mi Angelus, en la mañana, al medio día y en la noche. Bendecid a vuestros hijos, a las personas, bendecid la creación de mi Padre y los lugares donde vais a estar; os digo esto pequeños míos, porque los emisarios del mal, andan maldiciendo todo; se están camuflando en la Casa de mi Padre, en los grupos de oración, evangelización, sanación y lugares de peregrinación, para entorpecer la obra de Dios. Por eso vosotros, hijos míos, alabad y bendecid, para que mi Hijo y Yo, rompamos toda acción del maligno.

Consagraos a mi Corazón Inmaculado, para que estéis protegidos vosotros y vuestras familias y ninguna fuerza del mal pueda haceros daño. Sed discípulos de mi amor y del amor de mi Hijo; sed muy prudentes en estos tiempos, pues el lobo anda suelto buscando a quien devorar; pedid mi santa protección a todo instante, decid: Oh, Corazón Inmaculado de María, sed mi refugio y amparo de noche y de día; escóndeme en tu regazo Madre mía, líbrame a mí, a mi familia y libra a la humanidad de las acechanzas del maligno y sus agentes del mal. No nos desampares ni un solo instante, pues somos tan débiles Madre mía, y el maligno nos acecha. Cúbrenos con tu santo manto y bendícenos en todos nuestros caminos, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Hijitos míos, ¡adelante, ni un paso atrás; vosotros sois mi ejército militante, que caminaréis conmigo hacia la victoria!. No temáis, mi Padre me ha encomendado la misión de protegeros y llevaros seguros al redil de mi amado Hijo. Yo soy vuestra Capitana, el Arca de la Nueva Alianza, donde estaréis seguros. Propagad el rezo de mi Santo Rosario y uníos en oración a vuestra Madre y os aseguro que mi adversario huirá despavorido. Mi Rosario es vuestra fortaleza, y yo, vuestra Madre, no permitiré que ninguno de los que rezan mi Santo Rosario, sean tocados por mi adversario.

Os amo mis pequeños, yo soy vuestra Pastora, que os guiará a mi Hijo y os mostrará el camino que debéis seguir para alcanzar la victoria y la paz en vuestros hogares y en vuestros países. Consagradme vuestros hogares y vuestros hijos; vuestros bienes materiales y espirituales, y todo estará bajo el amparo de esta Madre que os ama y protege de todo mal. Haced esta oración de consagración: Oh Corazón Inmaculado de mi Madre María, a vos mi amada Madre, os consagro mi cuerpo, mi alma y mi espíritu; os consagro mi familia, mis bienes materiales y espirituales y todo cuanto Dios ha puesto a nuestro cuidado. Madre mía, toma posesión de nosotros y nuestras familias, que tu Inmaculado Corazón, nos cubra y proteja de todo mal; que tu Inmaculado Corazón, proteja nuestros hogares de todo desastre y calamidad; y en estos tiempos de purificación guíanos por el camino del bien, para que junto contigo podamos alcanzar la gracia y la misericordia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Bendición de María: Protégenos
Bendición de María: Cúbrenos
Bendición de María: Ampáranos
Bendición de María: Guíanos a las puertas de la Jerusalén Eterna. Amén.

Hijitos míos: Yo soy vuestra Madre que no se cansa de amaros y de interceder por vosotros; mi deseo es llevaros al Reino de Dios; mi deseo es que estéis conmigo y mi Hijo, en la gloria eterna. Rezad mi Santo Rosario y os prometo que os llevaré al cielo. Vuestra Madre: María Santificadora.

Dad a conocer mis mensajes, hijitos de mi corazón.



LA SOBERBIA DEL HOMBRE  TRAERÁ LA DESTRUCCIÓN

AGOSTO 26 DE 2011 8:30 A.M.

LLAMADO URGENTE DE LA VIRGEN A LA HUMANIDAD

Hijitos, que la paz y el amor de nuestros dos corazones estén con vosotros.

Hijitos: La obediencia a Dios está por encima de la voluntad de los hombres; la humanidad va a la deriva por hacer su voluntad, sin tener en cuenta la Voluntad Divina. Acordaos hijitos que Dios es la Suprema Sabiduría y que no se mueve una hoja en el universo sin su Santa Voluntad.

Cuando el hombre se aparta de Dios cae en la oscuridad, el caos, y el error y lleva a la creación a un retroceso; es lo que hoy está sucediendo con la humanidad; el darle la espalda a Dios es necedad que llevará al hombre a su propia destrucción; es por eso hijitos por lo que mi Padre, y yo, vuestra Madre Celestial, venimos haciendo llamados a la humanidad para que se convierta y vuelva al amor de Dios; de no ser así, mi Padre se verá en la necesidad de restablecer el orden y el derecho, haciendo uso de su Santa Justicia.

Hijitos, todos aquellos que atenten contra el equilibrio espiritual de la creación, serán borrados de la faz de la tierra; acordaos que vuestro mundo es espiritual y vosotros lo sois también; emanáis del Amor y la Misericordia de Dios, que es Vida, Plenitud y Amor en esencia. Si la humanidad fuese espiritual viviría en armonía y plenitud con el creador y la creación, y este mundo materialista y egoísta creado por el hombre no existiría; es el mundo material el que está llevando al hombre al egoísmo, soberbia e idolatría, haciendo de la creación un valle de lágrimas por tanta injusticia y pecado.

Hijitos, no es Dios el culpable de la miseria del hombre; es el hombre apartado de Dios el que sojuzga a su propio hermano; sabed que mi Padre respeta vuestro libre albedrío, esperando siempre que obréis con justicia; pero no, la injusticia y el desamor del hombre de hoy rompen con la Justicia y el Amor de Dios. Mirad cómo quebrantáis los preceptos de mi padre que son: Amor, Plenitud, Vida y Justicia, para con vuestro Dios y vuestros hermanos; el decálogo de mi Padre hoy es olvidado y quebrantado por la inmensa mayoría de la humanidad; es por eso por lo que Dios hará uso de su Santa Justicia para separar los justos de los injustos, el trigo de la cizaña.

Hijitos, os explico todo esto para que entendáis que no es mi Padre el causante de vuestra desgracia; sois vosotros hijitos rebeldes los que con vuestro comportamiento, desamor y pecado, permitiréis la venida del anticristo, el cual sembrará el caos y la desolación por espacio de 1.290 días; mi Padre lo permitirá para purificar su creación y sus criaturas; entended pues hijitos, que es la inmensa mayoría de la humanidad guiada por mi adversario la que sembrará la muerte y la desolación; al final mi Padre intervendrá restableciendo su creación y estableciendo con los supervivientes el reinado de nuestros dos corazones.

Que la paz y el amor de Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo, permanezca en vosotros rebaño del Señor. Que mi protección maternal os acompañe siempre. Soy vuestra Madre, María Madre de la Humanidad, Señora de todas las Naciones.
Dad a conocer mis mensajes, hijitos míos.


INTENSIFICAD VUESTRA ORACIÓN POR MIS HIJOS PREDILECTOS, PORQUE MUCHOS SE HAN DESVIADO DEL CAMINO Y SE HAN DEJADO SEDUCIR POR MI ADVERSARIO

AGOSTO 29 DE 2011 1:50 A.M.

LLAMADO URGENTE DE MARÍA SANTIFICADORA A LA HUMANIDAD
ALTO DE GUARNE (ANT)

Mis amadísimos hijitos, que la paz del Dios Uno y Trino esté con vosotros.

Pequeños míos, los días de la venida de mi Hijo están muy cerca, pero os digo, que primero debéis ser purificados; se acerca la hora de la agonía para la humanidad, la creación de mi Padre está clamando justicia y mi Padre la enviará sobre los habitantes de la tierra. Naciones enteras desaparecerán, el llanto y la desesperación se apoderarán de la humanidad; el fuego brotará de las entrañas de la tierra y terremotos en cadena destruirán muchos países. El invierno azotará muchas regiones, tormentas y cambios climáticos severos, anunciarán el paso de la justicia divina. Los hombres enloquecerán, el dinero rodará por el suelo y no servirá de nada, el cielo se consternará, las estrellas perderán su brillo y la tierra será un valle de lágrimas.

¡Pobres de vosotros, los que no queréis escuchar, ni atender a nuestros llamados, porque os vais a perder!. Hijitos míos, es hora de que os pongáis vuestra Armadura Espiritual completa, porque la batalla por vuestra libertad está por comenzar. Al final mi Corazón Inmaculado triunfará, pero antes, debéis de caminar conmigo por el desierto; uníos pues a Mí, mis amadísimos hijos; confiad en esta Madre que no os desamparará; rezad mi Santo Rosario que es poderosa armadura contra mi adversario; os digo, que mientras más oración hagáis unidos siempre a Mí, más rápido será vuestra liberación.

Caminad tomados de mi mano, porque el lobo tratará por todos los medios de apartaros de Mí; orad y orad, sólo la oración os dará la libertad. No perdáis más el tiempo en vanidades y preocupaciones mundanas, preocupaos más bien por vuestra salvación, porque este mundo que conocéis está por pasar. La creación con todas sus criaturas será purificada, sólo los que pasen la purificación alcanzarán la corona de la vida. Dejad pues hijos míos, de estar preocupados por las cosas de este mundo, sólo una cosa es importante, vuestra salvación. ¡Ay de aquellos que se han dedicado acumular y acumular riquezas, porque ya recibieron su paga!. Os digo, hijitos insensatos, que todo por lo que os desvivisteis, quedará en ruinas y sin valor. ¿De qué os servirán vuestras riquezas en el día de la justicia divina?. Recapacitad, porque la hora de la desolación está muy cerca, si no os acogéis a la misericordia de mi padre os dará a través de su Aviso, os aseguro que pereceréis y lo más triste perderéis vuestra alma.

Hijitos rebeldes, el tiempo se os está agotando y la vida de vuestro espíritu está en juego; ¡despertad, despertad, porque el tiempo ya no es tiempo!; aprovechad el poco tiempo que os queda para que salvéis vuestra alma, porque os digo, que después del aviso y milagro, lo que viene es desolación y muerte. Si os acogéis desde ya a mi Padre, os aseguro que alcanzaréis misericordia, de lo contrario, vuestras almas se perderán al paso de la justicia divina.

Rebaño de mi Hijo, estad listos y preparados para el combate espiritual, no temáis, yo estoy con vosotros, confiad en vuestra Madre Celestial y dejaos guiar por Mí, y nada de lo que está por venir os tocará. Yo no permitiré que mi adversario le haga daño a las ovejas de mi Hijo; os digo, hijitos fieles, que si me confiáis vuestros hijos rebeldes, yo vuestra Madre, no permitiré que se pierdan por amor a vosotros. Yo soy vuestra Madre Celestial que sufre por cada uno de vosotros y en especial por aquellos hijitos que están más apartados de mi Hijo y de Mí. Entended hijitos que vuestro Padre y Madre Celestial, lo que más desean es vuestra salvación; no seáis tan indóciles, escuchad al llamado que os estamos haciendo a través de nuestros profetas y ungidos de estos últimos tiempos; os digo, que nunca antes hubo tanta efusión de Espíritu, como sucede al presente. Me estoy manifestando en diferentes lugares para ver si despertáis; mis lágrimas inundan la creación, mi corazón de madre está traspasado por vuestro pecado, el cielo llora conmigo viendo tanta miseria humana, tanto alejamiento de Dios en la humanidad de estos últimos tiempos.

Hijitos, el cielo hace esfuerzos para que la humanidad de estos tiempos recapacite, la iglesia triunfante y purgante se unen a mí, para interceder ante el Padre, por esta humanidad ingrata. El infierno está lleno de almas y lo más triste, la mayoría son jóvenes que se negaron a escuchar la voz de Dios y le dieron la espalda a su misericordia. Hijitos, estoy muy triste por mis hijos predilectos que se están condenando, en el infierno hay un lugar reservado para ellos. No sabéis cuánto sufro y lloro por mis hijos predilectos que le están dando la espalda a mi Hijo, por seguir este mundo y sus placeres. Intensificad vuestra oración por mis hijos predilectos, porque muchos se han desviado del camino y se han dejado seducir por mi adversario. Los pecados de la carne, la vanagloria, el dinero, la nueva era, la falta de oración y el apartarse del camino del evangelio de mi Hijo, están haciendo que muchos de mis predilectos se pierdan y se condenen.

No sabéis hijitos míos, el dolor que siente mi Hijo al ver perderse tantos de sus familiares, mi Hijo llora y revive su calvario por cada sacerdote que se le pierde; por eso os pido que redobléis vuestras oraciones por mis hijos predilectos; no los critiquéis, ni juzguéis, ni señaléis, orad por ellos y pedid por su santificación; pues mi adversario ataca con mayor fuerza a todos los elegidos y en especial a mis hijos predilectos. Cada vez que un sacerdote se condena el cielo llora y mi Hijo es traspasado por la lanza del pecado con el cual se condenó. Orad y velad pues hijitos míos, porque la hora de la justicia divina está por comenzar, no os apartéis de mi Hijo y de Mí; caminad por la senda del bien, para que podáis alcanzar la gloria de Dios. Os amo y os llevo escondidos en mi Corazón. Vuestra Madre: María Santificadora.
Dad a conocer este mensaje en todos los confines de la tierra.


¡EN VUESTRA MENTE SE LIBRARÁN LAS MÁS GRANDES BATALLAS POR VUESTRA LIBERTAD!

SEPTIEMBRE 04 DE 2011 3:50 P.M.

LLAMADO DE SAN MIGUEL Y LA MILICIA CELESTIAL A LOS HIJOS DE DIOS

Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios.

Que la paz del Dios Altísimo esté con vosotros, pueblo de mi Padre.

Hermanos, soy vuestro hermano Miguel, Príncipe de los Ejércitos de mi Padre, y hoy me encuentro en compañía de mis hermanos los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial. Hermanos, quiero deciros que estéis listos y preparados para el combate espiritual; colocaos la Armadura y permaneced en gracia de Dios, para que os podáis unir a los ejércitos celestiales.

Hermanos, nosotros los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial, os decimos, que ya estamos listos para el combate espiritual en vuestro mundo; sólo esperamos que nuestro Padre os envíe su misericordia a través del Aviso y Milagro, para hacer sonar las trompetas que darán comienzo a vuestra libertad.

No temáis hermanos, vosotros lo único que debéis hacer es orar y orar, uniendo vuestra oración al Corazón Inmaculado de nuestra Señora y Reina María y las legiones de Arcángeles y Ángeles, que yo Miguel, por la gracia de mi Padre dirijo; orad con el rosario de nuestra Señora; haced mi exorcismo dado al papa León XIII, cubríos con la preciosa Sangre del Redentor y revestíos con la Armadura Espiritual. Mi Padre me ha encomendado la misión de protegeros y combatir por vosotros a las fuerzas del mal.

Cada vez que oréis decid así: Me uno en oración al Corazón Inmaculado de nuestra Señora y Reina María, y a la Milicia Celestial de Arcángeles y Ángeles, dirigidas por San Miguel Arcángel, para repeler toda maldad de los demonios, sus agentes terrenales y huestes del mal. Hago extensiva esta oración a mis familiares: Padres, hermanos, esposa(o), hijos, parientes, amigos, vecinos y en general al mundo entero. Jesús, María y José, salvad las almas y llevadlas a la gloria del cielo. La victoria es de nuestro Dios escrito está.

Bienaventurado San Miguel Arcángel, no nos desamparéis ni de noche, ni de día, protégenos en todos nuestros caminos de los ataques de los espíritus malignos y sus agentes del mal; guíanos por el buen sendero, ven en nuestro auxilio cuando nos sientas desfallecer; prepáranos e instrúyenos en el combate espiritual y ayúdanos a no desviarnos del camino del bien y a permanecer unidos en oración a nuestra Señora y Reina María, para que todos juntos como una sola familia esperemos el regreso triunfal de nuestro salvador. 
Amén.

Hermanos, nosotros los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial, os decimos: No descuidéis la oración, alimentaos lo más que podáis del Cuerpo y la Sangre de nuestro amado hermano Jesús, para que permanezcáis fortalecidos en el cuerpo, alma y espíritu; aferraos a Dios y sed muy prudentes en estos tiempos de tanta oscuridad; acordaos que el lobo anda suelto y disfrazado de oveja, por lo tanto, sé muy reservados en el hablar y no descubráis vuestro corazón a cualquiera. Los tiempos que estáis viviendo son difíciles y debéis de permanecer alerta y vigilantes como buenos soldados.

Hermanos, yo Miguel, os digo: Por muy dura que os parezca la prueba, permaneced siempre firmes y fieles a la voluntad de mi Padre; poned vuestra confianza y esperanza en Él, mi Padre es amor y sabe cuán débiles y frágiles sois; no os dejéis pues robar la paz. En vuestra mente se librarán las más grandes batallas por vuestra libertad. Sellad vuestra mente, potencias y sentidos, con la gloriosa Sangre del Redentor; atad espíritu de engaño mental, bien sabéis que el adversario os conoce y sabe cuál es vuestra debilidad; leed la palabra de Dios que es espada del Espíritu, para que podáis derrumbar toda fortaleza mental y todo engaño. Estad pues preparados ejército militante de mi Padre, porque la batalla por vuestra libertad está a punto de comenzar.

Bendito, Bendito, Bendito, es el nombre de Dios de generación en generación. Te Alabamos, Te Adoramos, Te Bendecimos, Eterno Padre, Eterna Sabiduría, Eterno Amor. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios. Somos vuestros hermanos: Miguel Arcángel y los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial.
Dad hermanos conocer éste mensaje a toda la Humanidad.


¡YA ESTÁIS EN LOS TIEMPOS EN QUE LA PRIORIDAD DEBE SER LA ORACIÓN!

SEPTIEMBRE 11/2011 2:30 P.M.

LLAMADO DE MARÍA SANTIFICADORA A LA HUMANIDAD. ALTO DE GUARNE (ANT.)

Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros y mi protección maternal os asista siempre.

Pequeñitos, no temáis a los que matan el cuerpo, temed más bien a aquel que puede matar el cuerpo y el alma. Que nadie, ni nada, os robe la paz; yo vuestra Madre Celestial estoy con cada uno de mis hijitos fieles; invocadme y vendré en vuestro auxilio a daros mi protección y mi amor. Os digo, hijitos míos, que la voluntad de mi padre muy pronto se hará en el cielo y en la tierra. ¡Adelante, hijitos míos, con la misión que Dios os ha encomendado!; que nada os perturbe, que nada os atemorice, permaneced unidos a mí, y yo os abrigaré con mi Santo Manto y no permitiré que ninguna fuerza del mal os haga daño.

Rebaño de mi Hijo, los días que se aproximan son de purificación, el reloj del tiempo ha comenzado su cuenta regresiva; agrupaos en torno a Mí, no descuidéis la oración, no descuidéis el rezo de mi Santo Rosario. La oración será vuestra fortaleza y vuestra comunicación con Dios; orad, orad, porque ya los tiempos son de batalla espiritual; cargad cada uno con vuestra cruz y unidla a la cruz de mi Hijo, para que se os haga más llevadera y podáis sobrellevar los días de pasión que se os avecinan. ¡Adelante pequeños míos, vosotros sois mi Ejército Militante, que unidos a Mí y a las legiones de Arcángeles y Ángeles, dirigidas por mi amado Miguel, derrotaremos de la faz de la tierra toda fuerza del mal y allanaremos el camino para el regreso triunfal de mi Hijo!.

Hijitos, cada día de purificación será una prueba para vosotros, por eso, debéis de estar en gracia de Dios y debéis de permanecer en oración. Os digo esto, porque, mi adversario buscará por todos los medios de hacer perder el rebaño de mi Hijo. Acordaos lo que dice la palabra de Dios: Al final de los tiempos, muchos últimos serán primeros y muchos primeros serán últimos; por lo tanto, no os confíes, porque todas las criaturas creadas por mi Padre, serán purificadas y vuestra fe, será puesta a prueba.

Ya estáis en los tiempos en que la prioridad debe ser la oración. Alimentad vuestro espíritu y vuestro cuerpo, con el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo; pues vienen días en que la Casa de mi Padre, será profanada y el culto diario, será suspendido; por lo tanto, aprovechad ahora que todavía el Espíritu de mi Hijo está entre vosotros. Sellad con su preciosísima Sangre, vuestro cuerpo, alma y espíritu; fortaleceos con la palabra de Dios, que de protección para vuestra mente y revestíos con la armadura espiritual a mañana y noche; toda oración que hagáis, hacedla extensiva a vuestros familiares; orad muy especialmente por aquellas almitas que se hallan más apartadas de Dios. No olvidéis orar por las almas del purgatorio, si oráis por ellas, os lo agradecerán y os ayudará a vuestra batalla espiritual. Cada alma que sale del purgatorio, por vuestras oraciones, obras, ayunos, santas misas y sacrificios, se convierte en intercesoras vuestras, no sólo en esta tierra, sino también cuando lleguéis a la eternidad. En vuestras oraciones tened siempre presente al Ejército Purgante y Triunfante, ellos esperan que vosotros aquí en la tierra, los tengáis en cuenta, para unirse a vosotros en batalla espiritual.

Hijitos, la purificación ya comenzó, mi adversario ha empezado a desplegar sus fuerzas del mal, para robaros la paz y traeros división; por eso, debéis de permanecer unidos a mi Hijo y a Mí, en oración; cuando mi Padre os envíe su Misericordia y separe las ovejas de las cabras y el trigo de la cizaña, es ahí, cuando comenzará la batalla final que dará fin al reinado de mi adversario y sus huestes del mal.

Padres de familia, os hago un llamado, vosotros seréis responsables ante mi Padre, por la pérdida de vuestros hijos; si no oráis por ellos, mi Padre y yo, vuestra Madre Celestial, no podremos brindarles protección; por eso, orad por vuestros hijos, y muy especialmente por aquellos que se encuentran más apartados de Dios, para que vuestra oración los proteja de los ataques que el enemigo de vuestra alma, lanzará contra vuestros hogares. Consagraos a mi Corazón Inmaculado vosotros y vuestros hijos; consagradme vuestros hogares y bienes materiales y espirituales, para que mi adversario no pueda tocaros y no pueda robaros el alma.

Permaneced pues hijitos míos, en unión con Dios y con vuestra Madre, a través de la oración y muy especialmente a través del rezo de mi Santo Rosario; socorreos mutuamente y permaneced en el amor, para que cuando mi Hijo regrese seamos una sola familia, en el paraíso que mi Padre os dará como premio por vuestra fidelidad. Que mi amor maternal os acompañe siempre. Vuestra Madre, María Santificadora.

Dad a conocer mis mensajes, hijitos de mi corazón.

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