FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

LA CUARESMA (Tercera entrega).




ROSARIO EN CUARESMA

Cuaresma es un tiempo de especial gracia, es tiempo favorable para convertirnos. Nosotros como Iglesia nos preparamos para vivir y celebrar el Misterio de la Reconciliación, cada vez con un corazón más convertido. Este es el sentido: convertir nuestro corazón al Señor.

Meditemos en este rosario en algunos medios que la Iglesia nos propone para poder prepararnos adecuadamente para la celebración de los misterios centrales de nuestra fe…


Por la señal …
En el Nombre…
Yo confieso…

PRIMERA MEDITACIÓN
La iniciativa siempre es de Dios

Hay dos medios que nos propone la Iglesia para este tiempo litúrgico de la Cuaresma, que nos manifiestan claramente que la iniciativa parte de Dios-Amor. Por un lado, se nos propone tener una escucha atenta y reverente a la Palabra de Dios. Debemos tener durante esta Cuaresma un constante contacto con la Palabra Divina. Dios mismo sale a nuestro encuentro y nos invita a prepararnos nutriéndonos de su propia Palabra. Esta lectura de la Palabra de Dios, nos lleva a una oración más intensa, y éste es el segundo medio. Debemos nutrirnos de la oración durante esta Cuaresma, para no sucumbir y salir fortalecidos ante las tentaciones de Satanás. Esta oración debe mostrar nuestra reconciliación con Dios que nos invita al amor.

1 Padre nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria…

SEGUNDA MEDITACIÓN
Cooperar con la gracia de Dios

Otro de los medios que se nos propone durante la Cuaresma es acudir a los sacramentos de la reconciliación y de la Eucaristía. Es necesario acudir a la misericordia del Señor. Para convertirnos debemos dejar todo pecado. Pero solos no podemos. Confiemos en el perdón que nos ofrece el Señor. No hay pecado que Él no pueda perdonarnos. Y acudamos también al encuentro con el Hijo de Santa María, realmente presente en la Eucaristía. Él mismo se ofrece por nosotros y se entrega en el altar de la reconciliación.

1 Padre nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria…

TERCERA MEDITACIÓN
El ayuno y la abstinencia

Dos medios que nos ayudan a ir preparando mejor nuestro corazón. Debemos tomar conciencia de la bendición que nos da el Señor. Muchos no se percatan de la importancia de esto. Cuántos de nosotros sabemos del ayuno y abstinencia de todos los viernes de Cuaresma, como preparación. ¿Y cuántos de nosotros realmente lo vivimos? Muy importante es también la mortificación y la renuncia en algunas circunstancias ordinarias de nuestra vida, ocasiones para acercarnos a la luz del Señor y conformarnos con Él, purificando nuestros corazones. En esta meditación vamos a cantar el primer Ave María.

1 Padre nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria…

CUARTA MEDITACIÓN
Llamado a la conversión

El Señor nos invita a convertirnos a Él. Debemos llegar hasta el fondo de nosotros mismos, pues se trata de morir a todo lo que es muerte para resucitar a una vida nueva en el Señor. Confiemos en la misericordia de Dios. Escuchemos lo que Él mismo nos dice en la Escritura:
«Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne»

1 Padre nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria…

QUINTA MEDITACIÓN
En compañía de María

Y todo este camino que hemos emprendido, lo hacemos en la compañía tierna y amorosa de nuestra Santa Madre. Ella es guía segura en nuestro peregrinar hacia la plena configuración con su Hijo, el Señor Jesús. Es Ella quien con su intercesión nos ayuda a cambiar nuestro corazón de piedra en un corazón de carne. Acojámonos a su intercesión y confiémosle nuestros esfuerzos para vivir intensamente este tiempo de conversión.

1 Padre nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria…

Convirtamos nuestro corazón, trabajemos por nuestra propia reconciliación personal, siempre guiados de la mano amorosa de nuestra Madre.

Dios te salve
En el nombre del Padre…

Amén

ORACIONES PARA LA CUARESMA

Padre nuestro, que estás en el Cielo,
durante esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras,
transforma nuestro egoísmo en generosidad.
Abre nuestros corazones a tu Palabra,
sana nuestras heridas del pecado,
ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la oscuridad
y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.


Para Alcanzar Amor

Madre del Divino Amor,
Tú que tan bien supiste aprender de Él
las lecciones de misericordia,
de extraordinaria bondad
y de suprema caridad,
obtenme la gracia
de entrar a esa misma escuela
y aprender de Ti, que tan maravillosamente reflejas
la grandeza del amor,
a acercarme día a día
interiorizando más y más
a Aquel que siendo Él mismo todo amor
es también para nosotros
la puerta de acceso a la Comunión amorosa.
Que asi sea.


Para obtener la Piedad Filial

Madre del Amor Misericordioso,
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa
filiación como Aquel
que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte y a honrarte
con el amor que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la grandeza de verse conformado
en el Salvador

Amén


Oración del Fiat

Santa Maria, ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias concretad de
de mi vida. Amen.


Para ser Mejor

Auxilio de los pecadores,
siempre dispuesta al perdón
y a Ia intercesión,
obtenme las gracias
que me sean necesarias
para encaminar rectamente mi vida,
rechazar enérgicamente el pecado,
huir de sus ocasiones
y poner los mejores medios
para purificarme según el divino designio
y asi encaminarme hacia quien es la Vida misma.
Amen.


Ante las Tentaciones

Madre querida acógeme en tu regazo,
cúbreme con tu manto protector
y con ese dulce cariño
que nos tienes a tus hijos
aleja de mi las trampas del enemigo,
e intercede intensamente
para impedir que
sus astucias me hagan caer.
A tí me confío
y en tu intercesión espero.

Amen.


Para vivir la Reconciliación

iOh Madre de la Reconciliación!
Tu, que por tu humildad, corno primicia,
recibiste el don obtenme del Señor
su bondad
y que viva de la gracia su moción.

Amén.


Para Vivir el Perdón

Ante las dudas sobre tí
respondiste con el perdón.
Ante la persecución
y las muchas murmuraciones
respondiste con el perdón.
Ante la insidia y la impía ofensa,
respondiste con el perdón.
Ante la infamia de la conspiración contra el Justo,
respondiste con el perdón.
Ante la traición y el dolor que conlleva,
respondiste con el perdón.
Madre de la Misericordia,
tu corazón bondadoso rebosa de clemencia,
por ello te imploro que me obtengas el perdón
por los muchos males que he hecho,
y también, ioh Madre!
enséñame a perdonar
como que ante tantos males que te hicieron,
hasta arrebatar de lado a tu divino Hijo,
siempre respondiste con el más
magnánimo perdón.
Amen.

Fuente: 
aciprensa.com

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