En el segundo año del reinado de Nabucodonosor (así señala el texto bíblico pero, dada la imposibilidad de esta fecha algunas versiones la corrigen como duodécimo año) éste tuvo un sueño que lo dejó hondamente angustiado por lo cual convocó a los expertos en artes adivinatorias para que lo interpretasen, sin embargo, había una dificultad; el rey había olvidado el sueño.
Ante la impotencia de sus sabios, el rey se irritó y ordenó los ejecutasen. Daniel, que no había estado presente en la entrevista, fue también arrestado pero, al conocer el problema, habló con Arioc, jefe de la guardia, solicitando un plazo para responder al soberano. La petición fue concedida; entonces Daniel y sus compañeros oraron a Yahveh pidiendo les revelase el misterio. Esa noche, en una visión, le fue revelado el sueño del monarca y al día siguiente se presentó en la corte con el relato del mismo y su interpretación.[9] Este hecho marcó el engrandecimiento de Daniel quien fue nombrado gobernador de la provincia de Babilonia y jefe de los sabios; del mismo modo los tres jóvenes judíos recibieron importantes cargos en la administración imperial. Estos hechos, no obstante, sólo cuentan con el testimonio del mismo libro bíblico, pues no existen referencias en la documentación babilónica que ha sobrevivido, ni en ninguna otra fuente externa.
El Libro de Daniel es un libro bíblico del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo, que en las biblias cristianas se ubica entre los libros de Ezequiel y Oseas.
Es el sexto de los libros proféticos y se lo incluye —por los cristianos— entre los Profetas Mayores (de los cuales es el cuarto, luego de Isaías, Jeremías y Ezequiel). el libro va dirigido hacia los jovenes porque Daniel era joven
Los judíos lo excluyen de los Profetas (Nevi'im) y lo colocan entre los Escritores (Ketuvim). Varias de sus partes son deuterocanónicas y solo las incluyen las biblias católicas.
El libro de Daniel fue escrito en tres lenguas diferentes:
Hebreo: (1:1-2, 4a y 8-12);
Arameo: (2, 4b, 7:1-28);
Griego: las partes deuterocanónicas mencionadas arriba.
El origen multilingüístico del libro ha sido confirmado por el hallazgo de los Manuscritos del Mar Muerto. Esta circunstancia es muy extraña, porque se produce a través de las dos partes del libro que, en cuanto al contenido, son completamente distintas. Hasta el día de hoy nadie ha conseguido explicar esta discordancia.
La primera parte del libro narra la historia del profeta Daniel, quien según el mismo libro, vivió en Babilonia como exiliado junto con el resto del pueblo hebreo en el siglo VI a. C. En esta parte se narran las vicisitudes de Daniel y otros tres compañeros por ser fieles a Dios, al contrario de lo mandado por Nabucodonosor II, rey de los babilonios. Igualmente se narra la sabiduría de Daniel al interpretar correctamente los sueños y visiones del rey. Por último, la primera parte también narra lo sucedido con Daniel cuando los babilonios fueron conquistados por los los medos, comandados por Darío el Medo, los cuales más tarde fueron sometidos por los Persas.
La segunda parte del libro históricamente puede referirse a lo sucedido en Medio Oriente (particularmente en el territorio de Palestina) cuando la Dinastía Ptolemaica y la Dinastía Seléucida peleaban por el territorio, y cuando Antíoco IV Epífanes intentó suprimir el culto judío en Jerusalén y reemplazarlo por un culto helenista.
Existen además relatos deuterocanónicas, cuyos originales sólo se conservan en griego, por lo que no todas las iglesias las aceptan como parte del canon bíblico. Estas secciones son:
1.La oración de Azarías.
2.El cántico de los tres jóvenes.- el canto que entonan dentro del horno los compañeros de Daniel.
3.La historia de Susana.
4.Daniel y los sacerdotes de Bel.
5.Daniel y el Dragón.
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