Parte 5
Por el Padre Arnold Renz.
La Obediencia
A: Muchos sacerdotes se refieren a la obediencia. Pero ahora, en nuestros tiempos , no hay que obedecer a los obispos modernistas. Ahora ha llegado la época de la que ya había hablado Cristo: "Se presentarán muchos falsos cristianos y falsos profetas". Los falsos profetas son ellos. Pero no se debe, y no se tiene derecho de creerles, próximamente no podrá creérseles, porque..porque..han aceptado tantas innovaciones. Nosotros estamos en ellos, nosotros los de ahí abajo (señala hacia abajo) los hemos excitado. Nosotros hemos deliberado ya mucho para lograr destruír la misa católica. Ya hace más de cien años Catalina Emmerich decía: "era en Roma"...Era una visión del Vaticano. Ella lo vio, y había una profunda fosa alrededor, y fuera de la fosa estaban los incrédulos. En el centro de Roma, en el Vaticano, se encontraban los católicos. Echaron sus altares, sus estatuas, sus reliquias, en esta profunda fosa, profunda, hasta que estuvo casi repleta. Y eso, ese tiempo, lo tenemos ahora (grita con una voz terrible). Y entonces, cuando la fosa estuvo repleta, los de las otras religiones pudieron atravesarlas. La atravesaron, vieron el Vaticano, y vieron como los católicos, los católicos de hoy en día, que la misa moderna no podía ofrecerles gran cosa. Oscilaron la cabeza, se volvieron y se fueron. Y muchos entre ustedes los católicos son lo suficientemente tontos para tolerarlos, mientras que ellos no dan ni un solo paso hacia vosotros. Tengo que decir algo más.
E: ¡Di la verdad en nombre...!
LA LITURGIA
A: En la misa, la verdadera misa, la misa tridentina, se hacía antes treinta y tres signos de la cruz, mientas que ahora solamente se hacen muy pocos: algunas veces dos y quizás tres en el mejor de los casos. Y en el último, en la bendición, ya no es necesario ni siquiera arrodillarse (grita y llora desesperadamente). ¿Sabéis como nos pondríamos de rodillas...como nos arrodillaríamos, si pudiéramos? (gime y llora)
E: ¿Es exacto que deben hacerse treinta y tres signos de la cruz durante la Santa Misa? ¡Di la verdad en nombre...!
A: Naturalmente que es exacto y hasta obligatorio. Entonces ya no estábamos dentro; entonces estábamos obligados a huír de la iglesia, pero ahora seguimos dentro. También debería restablecerse el Asperges me. Al hacerlo, estábamos obligados a huír ante el agua bendita y el incienso. También debería volverse a quemar incienso. Y también se debería volver a decir, después de la santa misa, la oración de San Miguel Arcángel, y las tres Aves y el Salve Regina.
E: ¡Di la verdad, di lo que tienes que decir, en nombre de...!
A: Los laicos no deben dar la santa comunión (grita de una manera espantosa), de ninguna forma. Ni siquiera las religiosas ¡jamás!
¿Creéis que Cristo hubiera confiado esto a los apóstoles, si pudieran hacerlo las mujeres y los laicos? (Gime). ¡Que haya tenido que decir esto! ¿Allida (otro demonio angélico, de rango menos elevado, y que también está presente en la poseída), has oído? ¿Allida, has oído que he tenido que decir esto? ¡Allida, tú también puedes hablar! (el otro responde colérico): "¡Habla tú!.
E: ¡Akabor, ¿has dicho ya todo? en nombre de...! ¿Has dicho todo, has dicho toda la verdad?
A: Ella allí arriba (señala hacia lo alto) no permite que el Viejo (Lucifer) me atormente porque yo haya tenido que deciros por vosotros y por la Iglesia. ¡No lo permite...afortunadamente! Pero no ha sido bueno para los de allí abajo (señala hacia abajo), para todos nosotros, para todos nosotros (grita y gime).
E: En nombre de la Santa Virgen, continúa. ¿Tienes que decir algo más? Por orden de los Tronos, tus antiguos compañeros ¿tienes algo más que decir?
(Después de siete horas de oraciones y seis horas de exorcismos, sin comer ni beber, algunas de las personas presentes están fatigadas).
A: No, pero vosotros os podéis ir ya. Estaremos contentos si os vais. ¡Estaremos contentos! ¡marchaos!
E: ¡Continúa tu discurso! ¡En nombre de la Santa Virgen, habla! ¡Di lo que Ella te manda decir, en nombre...!
A: Porque ya he dicho, porque he tenido que decir lo que he dicho, Ella me deja todavía un momento. Tenéis que rezar tres veces el "Santo, Santo, Santo...".
(las personas presente rezan la oración)
E: ¡En nombre de la Rosa Mística...lAkabor, di lo que la Santa Virgen te ha encargado decir!
A: Ella me ha encargado decir lo que he tenido que decir y que he dicho; he dicho esto a pesar mío (llora horriblemente).
E: ¿En nombre de...lo has dicho todo?
A: Si.
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