San Francisco de Sales, nace el 21 de agosto de 1567, en el Castillo de Sales, para aquella época su nacionalidad es saboyana. Saboya era un ducado soberano cuya capital fue Turín y su territorio ocupaba regiones que hoy son parte de Suiza, Francia e Italia.
El niño crece junto a su madre, de quien aprende a contemplar la naturaleza, a acercarse a los hijos de los campesinos y así entablar conversaciones con ellos, su padre le enseñaba a ser un hombre de bien. El ambiente familiar en que se desarrolla le hace ser sensible a las necesidades de los pobres, fervoroso en sus oraciones y rodeado del cariño de sus padres.
La figura imponente de San Francisco de Sales se nos presenta multifacético.
Siempre obtuvo las mejores calificaciones, ya ene. Colegio de la Roche como en París y el La Universidad de Papua, pero su sabiduría no disminuía su humildad: “Dios es mi maestro en la ciencia de la santidad, a Él acudo para aprender, pues, de nada serviría ser sabio, si no soy santo”.
En el corazón de Francisco latía su gran aspiración: “el sacerdocio”. Cuando terminó su doctorado en Papua, manifestó su anhelo, pero su padre se negó. Con la intervención de su primo Luis, el permiso fue alcanzado y se ordenó en 1593.
A pesar de ser tan joven y recién ordenado, Francisco no se detuvo ante el peligro, más bien acudió a las tierras de misión con el ánimo alegre y lleno de confianza en Dios. Este lugar poblado de protestantes, no le daba ninguna seguridad física. Muchas veces fue atacado y estuvo en peligro su vida misionera, pero el amor a Dios y a las personas fue tan fuerte que nada ni nadie pudo amedrentarlo.
Su dura y larga labor fue gratificada por el cielo, porque llegó a convertir a más de 70.000 protestantes y sobre todo a dar a conocer a todos, las maravillas de nuestra fe católica.
Por estos tiempos se sucedían muchas riñas entre mandatarios, Francisco de Sales, conocido por su espíritu conciliador, encabezó varias delegaciones diplomáticas, aún ante los Reyes de Francia, que tenían hacia él una gran estima. Siempre llevó a feliz término sus diligencias, a pesar de las intrigas, porque sus determinaciones las decidía delante del Santísimo Sacramento.
Su trabajo misionero en el Chablais y su fama de santidad le abrieron las puertas al obispado. Fue consagrado en 1602 entre la alegría de su madre y de todo el pueblo que le aclamaba lleno de júbilo.
Nuestro Santo partió a la Eternidad el 26 de Diciembre de 1622.
Se cuenta que al hacerle la autopsia le encontraron el hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato.*
Sus obras incluyen los conocidos clásicos religiosos Introducción a la vida devota (1609) y Tratado sobre el amor de Dios, además de numerosas cartas y sermones.
En el año 1665 le canonizaron. Los milagros que empezaron a obtenerse por su intercesión fueron tan numerosos, que el Santo Padre lo declaró santo cuando apenas hacía 40 años que se había muerto. En 1877, el papa Pío IX le declaró doctor de la Iglesia. Considerado desde 1922 como el santo patrón de los escritores católicos, y los periodistas. Su festividad se celebra el 24 de enero.
San Francisco de Sales:
Tú que fuiste
el hombre más amable después de Jesucristo,
alcánzanos del buen Dios, la gracia
de ser también nosotros mansos y humildes de
corazón como Cristo y
como lo fuiste tú.Jesús, manso y
humilde de corazón haz
nuestro corazón semejante al tuyo.
*Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio. San Francisco de Sales escribió: "No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario