ADVERTENCIAS DEL MAS ALLÁ A LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA
Parte 6
Por el Padre Arnold Renz
EXPULSIÓN DE AKABOR
E: ¡Ahora te ordenamos, Akabor, en nombre de la Trinidad, del Pare, del Hijo y del Espíritu Santo, de la Santísima Virgen María, del Corazón Inmaculado de María, de los Santos Arcángeles, de los Santos Coros, de los Espíritus bienaventurados, que digas si nos has comunicado todo lo que el Cielo te había encargado de decirnos! ¡Si la verdad, en nombre de la Preciosa sangre!
A: Si hubiese sido vertida también por nosotros, hubiéramos sido hombres; pero nosotros no éramos hombres. Si hubiéramos sido hombres, no hubiéramos sido tan tontos. En el fondo, tenéis todavía más suerte...
E: ¡En nombre de los Angeles Custodios, en nombre del Angel de la Guarda de esta mujer...! ¡Akabor, vete, vete al infierno para siempre y por la eternidad, y no vuelvas jamás!
A: ¡No puede ser...!
E: ¡Akabor, vete en nombre...! ¡Tu discurso se ha terminado, tu misión ha terminado! ¡Grita tu nombre y vuelve al infierno!
A: Todavía no estoy obligado a partir. Ella me concede un corto plazo.
E: ¿Tiene que irse contigo otro demonio?
A: No. Yo, Akabor, debo irme primero; pero es necesario que recéis antes siete "Ave Marías" en honor de los Siete Dolores de María. Por orden suya (señala hacia arriba), os los voy a enumerar:
- El primer Ave María, por su dolor cuando Simeón la predijo: "Una espada atravezará tu corazón
- Después, la huída a Egipto, considerando las lágrimas y tormentos que tuvo que sufrir.
-El niño Jesús perdido en el templo, que representa la angustia que la acogió, porque era el Hijo de Dios.
- Encuentra a su Hijo en el camino del Calvario: la humillación en que vio a su Hijo.
- Lo horrible, lo más horrible; la crucifixión y la muerte en la cruz: lo que tuvo que sufrir, sus lágrimas, sus angustias y su decorazonamiento.
- El descendimiento de la cruz; el cuerpo tan horriblemente desfigurado que llevaron juntos al sepulcro, y como tuvo que asistir a toda aquella escena.
- Y por último, la colocación en la tumba; su gran dolor,su tristeza. Ha sufrido enormemente.
A: Terminadas las plegarias grita con inquina: ahora, tres veces el "Santo, Santo, Santo"...(Las personas presentes lo rezan).
E: ¡En nombre de la Santa Trinidad...en su nombre, debes irte ahora para siempre al infierno, Akabor!
A: (gime y grita con una voz terrible): Si...
E: ¡En nombre de...grita tu nombre y vete al infierno! ¡Vete, en nombre de tus antiguos compañeros, los Tronos, que sirven a Dios, porque tú no has servido a Dios!
A: (gimiendo). Yo bien quería servir a Dios, pero Lucifer no ha querido que sirviese a Dios.
E: Ahora tienes que irte. Nosotros, los sacerdotes, te lo ordenamos en nombre de la Santísima Trinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu santo... Tienes que irte ahora, en nombre del Santo Corazón de María y en nombre de los Siete Dolores de María.
A: (grita desesperadamente).
E: En nombre...vete al infierno ¡Grita tu nombre!
A: A-ka-bor (grita su nombre llorando). A-ka-bor.
E: ¡Vete al infierno y no vuelvas jamás, en nombre de...!
Al: Ahora habla Allida.
E: En nombre de la Santísima Trinidad, Allida, te ordenamos decirnos si se ha marchado Akabor.
Al: Ya no está aquí, se ha marchado. Lucifer y toda su compañía han venido a buscarlo.
Advertencia: Este capítulo ha sido acortado, se han hecho resaltar, sobre todo, las revelaciones hechas por Akabor durante el tiempo de su expulsión, y no la propia expulsión.
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