Querida Virgen María: Cuando nos dirigimos a ti con el Ave María, te decimos las mismas palabras con las que te saludó el ángel Gabriel y con las que te bendijo Isabel; decimos que el fruto que de ti nació es Jesús y te pedimos que ruegues por nosotros en este momento y en el último momento de nuestra vida en la tierra. Sabemos que siempre nos escuchas porque eres nuestra Madre y la Madre de Dios y nos amas sin medida. No dejes que se apague nunca la lamparita de nuestra fe y de nuestro entusiasmo misionero.
EL AVE MARÍA DE LOS NIÑOS, A CONTINUACIÓN.
Haciendo clic sobre la siguiente imagen puedes encontrar una hermosa explicación acerca de cada parte de la oración "AveMaría".
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